El pasado domingo se produjo una anécdota bastante inusual en el mundo del fútbol y del deporte. Antes de que arrancase el partido entre la Fundación Albacete y el Rayo Vallecano, las 22 jugadoras de ambos equipos habían pactado guardar un minuto de silencio en memoria de Nayara, la pequeña de nueve años fallecida la semana pasada que, además de aficionada del club franjirrojo, era la prima de Laura Domínguez, jugadora de la primera plantilla y titular en el partido.

La polémica surgió cuando, en el momento de formar los dos equipos frente a frente en el círculo central, la árbitra del encuentro decidió impedir el desarrollo del homenaje alegando que el partido iba a comenzar con minutos de retraso, por lo que no se podía realizar. Acto seguido, varias jugadoras de ambos equipos comenzaron a dialogar y decidieron poner la pelota en juego y quedarse abrazadas en el centro del campo. Una decisión que no gustó demasiado a la colegiada.

La árbitro andaluza Concepción Prieto Martínez se marchó corriendo al lateral del terreno de juego para que la delegada del encuentro tomase acta de lo sucedido. "¿Me estáis tomando el pelo?", dijo Prieto a las jugadoras del Rayo Vallecano, según la delantera rayista Natalia Pablos, que publicó horas después del partido una nota explicando lo sucedido.

Después del suceso, el partido se desarrolló sin mayor problema y el equipo manchego goleó por tres goles a uno a las madrileñas. Alba Redondo adelantó a las locales en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta, pero Natalia Pablos puso el empate en el marcador antes del descanso. A media hora del final, Mati volvió a adelantar al Albacete y, en el tiempo extra, Alba Redondo volvería a anotar para decidir a su favor el partido. El Rayo, en la novena posición de la tabla, recibirá la semana que viene a la Real Sociedad.