La tarde tintaba ilusionista. No hay día más apacible a lo largo del año, 24 horas de ilusión incontenida y de sonrisas indelebles. En un horario de los de antes, el Bernabéu olvidaba, sin querer recordar los dudosos pasos que su equipo dio en los últimos partidos. Las gradas presentaron un ambiente distinto al habitual, con padres que quisieron llevar a los más pequeños para acercarles la pasión del fútbol. Atrás quedaban críticas y luchas internas, el 2013 parece haber borrado rencillas y hasta los jugadores salen a ruedas de prensa. Tan solo el tiempo marcará si se trata de espejismo o de realidad.

Con la vuelta de Higuaín y Marcelo a la vuelta de la esquina, el Madrid es más Madrid, sus lesiones han lastrado rendimientos y sentimientos. El argentino ya entra en convocatorias y el brasileño quiere ver la luz al final de Valdebebas. Pero aún queda para ver a estos dos capitanes madridistas soportando el estandarte que necesita el equipo para dignificar la Liga y luchar en Europa. El desatino casero solo lo solventa la épica lograda más allá de los Pirineos, una conquista que se antoja imprescindible.

Era la Real Sociedad la invitada en ésta tarde de Reyes. Un “dejà vu” arrojado con la ironía del destino. El equipo donostiarra volvía a ser contendiente en ésta fecha tan marcada, ocho años después. Aquella vez fue en la víspera de Reyes cuando Ronaldo dribló a Labaka. Zidane, de penalti, insufló aire en un cuerpo atenazado que en 7 minutos derrumbó la muralla vasca en el debut de Luxemburgo. Aquel resultado situaba al Madrid a 10 puntos, la Liga era una quimera, como lo es hoy.

Adán repitió titularidad

Hoy los de Mourinho se dieron cita con un estadio que asistió perplejo como Adán volvía a ocupar la portería madridista. Tras el partido en Málaga, el guardameta de Móstoles, Iker Casillas, ha estado en boca de todos, parecía que solo su rendimiento le volverá a colocar en el púlpito madridista. Eso, y la eliminatoria copera. Tras la sorpresa, relativa, de la suplencia del capitán, el equipo poco tardó en abrir su regalo de Reyes, la Real Sociedad se presentó con ganas de no ser mera comparsa y levantar la voz como otros equipos ya han hecho ésta temporada en el santuario blanco. Sin embargo, la calidad madridista empezó a imponerse y los de Montanier iban siendo arrinconados con facilidad. Solo dos minutos necesitó Benzema para batir a Bravo en el mano a mano.

El equipo donostiarra se mostró corajudo sin sentirse sobrepasados por un juego total por parte del Real Madrid, comandado por un buen Ozil y espoleado por un Cristiano en ebullición. Los blancos conforman un conjunto que quiere recuperar sensaciones para los desafíos que quedan pendientes y el descanso navideño parece haber cargado las ganas del equipo de arreglar una temporada que se empezó a cruzar de manera prematura.

El equipo de Montanier apenas sintió el varapalo del error defensivo inicial que les costó el primer tanto. Sin presión, los donostiarras soltaron amarras y fueron a buscar a la endeble defensa blanca. Las curiosidades que tiene el destino provocaron que Adán errase en un despeje y derribara a Vela, siendo expulsado. Casillas, sustituyendo a Callejón, volvía a defender la portería del Real Madrid y su primer reto fue detener el penalti a Xabi Prieto. Sin embargo, el capitán de la Real hizo bueno la pena máxima e igualó el choque cuando apenas se llevaban 10 minutos de encuentro. El Real Madrid tenía 80 minutos por delante, con un jugador menos, para reencontrarse a sí mismo.

Los de Mourinho no dirigieron correctamente este doble golpe de efecto y estuvieron contra las cuerdas. La Real tenía la posesión ante la desesperación del Bernabéu que asistía impasible como a su equipo le duraba muy poco el balón. De la mano del tridente en punta, acompañados por Khedira, el Real Madrid empezó a sentirse más cómodo con el paso de los minutos y acabó arrinconando a los visitantes con ocasiones muy claras de Cristiano, Khedira y Benzema. Tanto fue así que Khedira hizo el segundo de tacón al recoger un disparo de Carvalho.

Temporal reacción madridista

El equipo se sobreponía a las condiciones. Al menos de forma circunstancial. Los vascos volvieron a poner en apuros a los blancos con una defensa que se sentía en constante estado de tensión. En una de esas, Xabi Prieto firmaba su segundo tanto batiendo a Iker Casillas desde dentro del área. El gol no tuvo el mismo efecto que el anterior tanto y el Real Madrid se sintió fuerte antes del descanso y después.

Khedira tuvo una ocasión inmejorable cuando remató fuera, sin oposición, recogiendo el balón tras un tiro al palo de Benzema. Después de la reanudación la Real Sociedad daba la sensación de ser el conjunto que contaba con un jugador menos y Cristiano Ronaldo probaba una y otra vez los reflejos de Claudio Bravo. Lejos quedaron los minutos de superioridad realista, el Madrid suplió la inferioridad numérica con coraje, desfondándose en la presión. Tanto lo probó el portugués que acabó por entrar gracias a la brega de Benzema y a la clase que puso en el pase que dejó solo al “7”. Bravo no pudo evitar el zurdazo que volvía a poner de cara el partido para el Real Madrid.

El estadio estalló en cánticos al delantero portugués que volvió a ver puerta gracias a la inestimable colaboración de Bravo. La falta directa que botó Ronaldo llevaba veneno y el portero fue incapaz de adivinar su trayectoria. El partido no se acabó con el 4-2 y es que Xabi Prieto se empeñó en responder continuamente a los goles blancos. Su tercer gol, batiendo por bajo a Casillas, contrajo el partido en los últimos 15 minutos y llevó al Real Madrid a retrasar sus líneas. Los blancos, agotados cedieron espacio a los realistas, pero la expulsión por doble amarilla de Estrada dio el aire definitivo al Real Madrid. El lateral derecho fue incapaz de detener a Cristiano y dos de sus faltas le costaron la tarjeta roja.

El Real Madrid vence a las circunstancias y se lleva los tres puntos frente a una buena Real Sociedad. La temprana expulsión de Adán llevó al Madrid a remolque todo el choque pero demostró casta levantándose después de cada golpe. Los tres puntos sirven para ganar confianza de cara a la vuelta de Copa ante el Celta de Vigo. 


Así lo hemos vivido.
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Sobre el autor
Adrián Orzáez
Editor. Redactor del Real Madrid. Licenciado en Economía y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Email de contacto: [email protected]