El fichaje de Gareth Bale por el Real Madrid eleva al joven jugador galés a la categoría de 'galáctico', ese término que viene empleándose para designar a aquellos jugadores que Florentino Pérez se fijó como objetivos, grandes estrellas del panorama futbolístico mundial, a priori inalcanzables y cuyo precio reabre continuos debates sobre moral, conveniencia y demás temas inherentes. El ya exfutbolista del Tottenham asciende un peldaño más en su carrera y entra en la gratificante pero a la vez complicada parcela de presión que envuelve a un club como el Real Madrid. En él, todo discurre a otro nivel, la exigencia, la crítica, el elogio y la duda son exhacerbados en el club de Concha Espina. Pero, al menos a priori, el escudo del galés viene a prueba de eso y de más porque no es una coraza improvisada, sino una forma de entender las cosas, un carácter.
 
En el instituto ya corría los 100 m. en 11.4 segundosY es que cuando a un joven de 15 años se le tiende la alfombra roja al mundo del fútbol, cuando lo que era un sueño y una pasión con toda la pureza que eso lleva consigo se convierte en una puerta abierta a la oportunidad tangible, lo normal puede ser dejarse arrastrar por la abrumadora tentación, saltar de cabeza. Es, en gran parte, la conquista de una meta que se consigue de la forma más gratificante posible, disfrutando y no haciendo de ello una obsesión. Pero lejos de lanzarse en bazos de esa tentación sin medida, a Gareth le asaltaron las dudas ante el desconocimiento de si el Southampon, club que ya se había fijado en él con tan solo 9 años y que le solicitaba en las filas de su academia seis más tarde, se haría cargo de unos estudios que de ningún modo quería relegar.
 
La decisión, por tanto, quedaría aplazada hasta que al cumplir los 16  Bale fichaba al fin por el club inglés. Lo haría después de que su profesor de educación física, convencido de las grandes posibilidades de aquel muchacho -corría los 100 m en 11.4 segundos, siendo el récord mundial actualmente de 9.58-, le sometiera a pruebas para ratificar su potencial. Estas, le impedían utilizar su pierna buena, la izquierda y le obligaban a jugar al primer toque y es que el potencial físico y la técnica de Gareth eran un llamamiento al continuo desafío; desfío en cuyas dificultades añadidas aquel muchacho continuaba destacando por encima de los demás.

Por aquel entonces, Bale ya tuvo la pausa y la mesura para encajar poco a poco en su nueva vida; no fue una decisión tomada a la ligera y sí pensada, meditada y madurada. Antes de consumarse su fichaje por el conjunto blanco, eran muchas las voces de aquellos que le recomendaban calma, aguardar un año más en la Premier, regalarle una última intentona al Tottenham para alcazar la Champions League. Pero Gareth se mantuvo firme en una decisión que ya tenía tomada, meditada y madurada. Son muchos también los que  afirman que  de aquel chiquillo que salió de Cardiff con 16 años para enrolarse en las filas del Southampon hoy, ocho años después, sólo queda todo. Porque Gareth Bale sigue siendo el mismo chico sencillo, bromista y discreto que era entonces; el mismo que no tomaba decisiones a la ligera, que valoraba los pros y los contras y establecía, por encima de otras opiniones, su propio criterio, sus ideas y la fidelidad a su propio carácter. 
 
Chico prodigio del deporte
 
Con apenas 16 años, matrícula de honor en educación física en el instituto -se alzó con varios premios en rugby, atletismo y hockey-, un campeonato sub-18 en fútbol para el equipo del mismo y una condecoración concedida por el Departamento de Educación Física del instituto, por sus servicios al deporte, Gareth le ponía la rúbrica perfecta a una etapa de su vida antes de dar el salto definitivo al mundo del fútbol profesional. 16 años y 275 días que le convertían ya en futbolista más joven en militar en el club inglés, sólo por detrás de Theo Walcott, 132 días más joven que él, confirmándose así la prococidad de un muchacho que había nacido para jugar al fútbol. Juntos, los dos guiaron al Southampon a la final de la FA Youth Cup.
 
"Gareth tiene una fuerte determinación para triunfar y el carácter y las cualidades para llegar a las metas que se proponga". Con estas palabras, su profesor Gwyn Morris se despediría del joven estudiante del Whitchurch High School en su último año. Unas palabras de las que daría él buena muestra en el Southampon durante las dos temporadas que militó allí. Bale detubaría el 17 de abril de 2006 ante el Millwall Football Club en la Championship inglesa, encuentro que los suyos vencerían por 2 a 0. No obstante, su primer gol con el equipo no llegaría hasta agosto en la primera jornada de la siguiente campaña, un partido ante el Derby County que los 'saints' acabarían empatando a dos y en el que Bale 'abriría la lata' para los suyos; lo haría, además, mediante un lanzamiento de falta directa. Y es que poco a poco, Gareth fue tiñendo de oro su particular fama en esta modalidad y ratificando una efectividad que dejó de pasar inadveritda -si es que alguna vez lo había hecho-.
 
Arsene Wenger tuvo ocasión de ficharle en la temporada 2005/06; no lo hizo y siempre mostró su arrepentimiento Bale ni siquiera habría de esperar un año para ver reconocida su gran labor en el Southampon, pues en esa misma temporada en la que aterrizase en el Saint Mary's Stadium , el galés sería distinguido con el Carwyn James al Mejor Jugador Joven del Año y también como el Mejor Futbolista Joven de la Football League. Todavía en la posición de lateral zurdo en la que empezaría jugando, Bale potenciaría sus cualidades ofensivas al tiempo que mejoraba ostensiblemente las defensivas, una combinación que, unida a su calidad, técnica y creatividad, le convirtieron en el gran objetivo del Tottenham. Como objetivo del Arsenal había sido en la temporada 2005/06, cuando Arsene Wenger acababa decantándose por Theo Walcott. Más adelante, el técnico de los 'gunners' admitiría su error al dejar escapar a Bale.
 
Consagración en el Tottenham
 
Con 45 partidos, 5 goles y 11 asistencias, Gareth Bale presentaba sobradas credenciales para atraer la atención de importantes clubes en Inglaterra como el Tottenham de Daniel Levy, que se hacía con sus servicios por 14 millones de euros. La llegada de un jugador especial, diferente, requería también de un escenario a la altura para estrenarse con los 'spurs' y este no podía ser otro más que el Teatro de los Sueños: el Manchester United atestiguó el primer partido oficial del galés con su nuevo equipo el 26 de agosto, tardando sólo uno más en estrenar una cuenta goleadora que no había sido especialmente prolífica hasta ese momento, algo que el de Cardiff suplía a la perfección con todo un repertorio de calidad y técnica que no hacía dudar ya a nadie.  Su casillero goelador lo estrenaría apenas unos pocos días más tarde ante el Fullham
 
El Tottenham le dio, además, la oportunidad de debutar en competición europea, más concretamente en la Champions League, donde Gareth proyectaría hacia el viejo continente su imparable evolución. Poco a poco su potencial goleador fue adquiriendo importancia y sumando a sus múltiples cualidades, tanto así que también en la Europa League, sus tantos fueron providenciales para el acceso a siguientes rondas del Tottenham, no pudiendo evitar, eso sí, que la competición continental acabase por convertirse en su gran asignatura pendiente. Su relevancia en el conjunto londinense fue creciendo de forma paralela a un crecimiento goleador que vino de la mano de su cambio de rol sobre el campo. Bale había dejado atrás la posición de lateral zurdo que había ocupado en el Southampon y centró todo su potencial en la faceta ofensiva, una modificación cuyos resultados fueron más que notables merced de unas cualidades físicas envidiables: velocidad, regate, desborde y potencia convierten al galés en todo un prodigio, cuya zona de influencia creció enormemente gracias a la mayor libertad que le confería su nueva posición.
 
La temporada 2010/11 se convertía para él en una lluvia de reconocimientos a nivel individual, acaparando el "PFA Player of the Year", "Wales Sports Personality of the Year", "Wales Player of the Year Award", "Tottenham Hotspur Young Player of the Year", incluido en el "UEFA Team of the Year" y  el "Premier League PFA Team of the Year".  La campaña 2012/13 le vio cerrar el telón como el mejor futbolista de la Premier League con tan solo 23 años, una realidad cuya proyección presume a un futbolista colosal, diferente, único por el que suspiran varios de los más grandes equipos  de Europa.
 
Sus seis temporadas en el Tottenham, sus 203 partidos, 55 goles y 58 asistencias se conglomeran como una carta de presentación perfecta para este joven galés que llega al Real Madrid en el cumplimiento de un sueño por el que ha sido capaz de enfrentarse al equipo que le ha visto crecer futbolísticamente. Las reticencias de Daniel Levy por dejarle marchar son tan comprensibles como el ímpetu de Florentino Pérez por hacerse con él, una titánica batalla en la que la voluntad de Bale ha resultado determinante, habiéndose mostrado firme el futbolista en su idea de dar un paso al frente en lo que es ya una evolución meteórica. 
 
El 11 de Gales
 
En la línea de lo que ha sido toda su trayectoria, la Selección no fue historia a parte. Gareth Bale ha confesado públicamente no hablar galés pero ni siquiera eso fue impedimento alguno para tener muy claro que Gales sería la selección a cuya llamada acudiría. Esto sucedió, sin desentonar con el resto de su carrera, a una edad precoz, pues Gareth ya disputaría tres encuentros con la Selección Sub-17 antes de que John Benjamin Toshack, exentrenador del Real Madrid y exseleccionador de Gales, le llamase para la Absoluta cuando él apenas contaba con 17 años. Debutaría con ella el 27 de mayo de 2006 ante Trinidad y Tobago y sólo habría de esperar una segunda convocatoria, frente a Eslovaquia, para estrenar su cuenta goleadora, un tanto que le convertiría en el jugador más joven en marcar con la Selección de Gales.
 
"Para mí el mejor es Cristiano Ronaldo; lo tiene todo" En total, 248 partidos a lo largo de su carrera deportiva, 60 goles, 69 asistencias y un promedio anotador de 0.24 tantos por encuentro. Una calidad innata, una férrea voluntad para luchar por sus objetivos y una dura autoexigencia consigo mismo le convierten en una de las joyas más preciadas para cualquier plantilla. En esta ocasión, el Real Madrid partía con ventaja, no sólo por ser el sueño de infancia de Gareth Bale, sino porque en sus filas milita el que es también el gran ídolo del galés: Cristiano Ronaldo: “Para mí, el mejor es Ronaldo. Lo tiene todo. Es fuerte, poderoso, conduce la pelota y la golpea perfectamente. Obviamente no se puede decir nada malo de Messi, pero el futbolista más completo es Cristiano Ronaldo” manifestaba tiempo atrás. Ahora, juntos bajo el mismo escudo, ambos están llamados a marcar una etapa de oro en la gloriosa historia del Real Madrid. La alianza está sellada y el 'expreso' sólo hace en Madrid una parada hacia la gloria.
 
Han dicho sobre él: 
 
Zinedine Zidane: "Después de Messi y Cristiano, Bale es el jugador que más me ha sorprendido. Es un jugador estupendo" .
 
Harry Redknapp: "Bale es asombroso, tiene un talento asombroso. Cada año mejora y mejora. Es un jugador de clase mundial. No hay que sorprendernos si un día se convierte en el mejor".
 
Andre Villas-Boas: "Gareth Bale es un jugador increíble, no tiene límites, es uno de los mejores jugadores del mundo". 
 
Gareth Bale: "Nunca te rindas, trabaja duro y siempre esfuérzate para tener éxito".