Cuando Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid, fue presentado en el mes de julio como nuevo entrenador blanco, lanzó al aire una promesa hasta ahora incumplida: “El mejor equipo del mundo debe jugar de una manera espectacular”. 

Los aficionados, analistas y la gente del fútbol en general atribuyeron a la afirmación del italiano dos significados: posesión y ataque. Sin embargo, tras mes y medio de competición, la realidad es que ambas facetas no han mejorado con respecto a la temporada pasada, la peor de las tres que componen la era Mourinho. 
 
Los datos comparativos lo corroboran. Tras ocho partidos disputados, el Real Madrid atesora el balón en sus pies un 60% del tiempo jugado, incluyendo en la estadística encuentros de Liga y Champions League. La pasada campaña, después del mismo número de enfrentamientos, el dato era exactamente el mismo, pero la calidad del ataque, no. 
 
 
El Madrid de Ancelotti mejora en tres goles a favor (24) y tres goles en contra (8) el arranque de la 2012-2013 (21 tantos anotados y 11 encajados). No obstante, el equipo a la hora de atacar es menos fluido: acumula 176 remates por 184 de la pasada temporada. 
 
En consecuencia, el número de balones que acaba entre los tres palos es también inferior, aunque la diferencia no es sustancial: 70 remates a puerta por 73 del pasado año. Es decir: idéntica posesión, menos remates, mismo número de tiros entre los tres palos, pero mayor efectividad: 24 goles por 21. 
 
A estas alturas, el Madrid de Mourinho había chutado más pero acertado menos que el de Ancelotti En Estambul, el conjunto blanco realizó su mejor actuación de la temporada, y lo hizo entregando el esférico al rival la mitad del encuentro (50%), pese a jugar con un futbolista más durante casi una hora. El resultado es conocido, 1-6, aunque no fue lo más significativo: en ningún otro partido el Madrid chutó tanto entre los tres palos; en Turquía, lo hizo en 12 ocasiones. 
 
Bien es cierto que el calendario de principios de temporada 2012-2013 incluía a rivales de más entidad si lo comparamos con la presente campaña, a saber: Sevilla, Valencia, Manchester City o Barcelona. 
 
Menor seguridad defensiva
 
Lo que debe preocupar realmente a Carlo Ancelotti es la defensa y no tanto la portería. El Real Madrid ha encajado ocho goles, uno menos que durante el mismo periodo del año pasado, pero le han rematado en 22 ocasiones más: 82 con Mourinho y 104 con el italiano.
 
El conjunto blanco concede más oportunidades a los rivales que el año pasado De esos 104 tiros, 39 acabaron entre los tres palos y sólo ocho en el fondo de la portería, seña del buen quehacer de Diego López en Liga e Íker Casillas en Champions. A su vez, la temporada pasada y tras ocho encuentros, 22 habían sido los remates a portería y once los tantos anotados por el rival. O mejor dicho: cada dos tiros a puerta, un gol, aproximadamente. 
 
Ancelotti deberá encajar las piezas de un reloj, hasta ahora desmontado, para que funcione bien sin necesidad de darle cuerda. La tarea es costosa cuando las ventas no han sido las adecuadas o hay muchos jugadores nuevos y similares, pero el italiano tendrá que disfrazarse de lo que mejor se le da: el camaleón. 
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Sobre el autor
Pablo Miranda
Periodista con Master en Periodismo Deportivo. Trabajé en Radio Nacional. Me gusta el deporte en general, conocerlo, meterme en sus tripas para poder analizarlo de una forma más acertada. La objetividad, como la perfección, no existe, pero los periodistas debemos aproximarnos a ella, acariciarla. Sólo así nuestro trabajo tendrá sentido.