Dicen que la grandeza está reservada para unos pocos. Para los héroes. En un lugar determinado y en un momento especial. Si es así, los jugadores del Real Madrid y Barcelona tienen una prueba única de demostrarlo. Pero antes deberán recibir las órdenes de los dos hombres con más responsabilidad en sus manos en todo el panorama mundial deportivo actual. La alegría o la tristeza está en sus manos y elegir el camino correcto, significa grandeza.

Estará en manos de Ancelotti y del Tata Martino porque ellos serán los que pondrán las cartas sobre la mesa. Los jugadores que decidirán cuál es el guion a seguir y cómo despistar a su enemigo. Una vez comenzado el encuentro la importancia residirá en dos puntos: que su equipo pueda desarrollar el planteamiento expresado por el italiano o el argentino y, una vez cumplida la primera exigencia, que se cumpla de forma positiva.

Poco a poco vamos conociendo más al Barcelona del Tata Martino. Cuando llegó a 'Can Barça' todo era una incógnita. La marcha de Tito, las relaciones del club con Guardiola o la negativa de Valdés a renovar hacían del Barcelona un equipo desorientado después de haber alcanzado la mayor excelsitud de juego y de títulos. Era una papeleta tremendamente complicada. Y Gerardo Martino (Rosario, Santa Fe, 20 de noviembre de 1962) está superando las expectativas. Al menos en cuanto a resultados. El problema reside en que aún no ha encontrado ciertos defectos de la era 'Tito'.

Valdés y la varita

Por ejemplo, la defensa. Pasarse todo el verano buscando un central y clamando a los cuatro vientos la necesidad de ficharle para que al final se prescindiese de ello. Con Puyol en la enfermería más que en el terreno de juego, Piqué irreconocible y Mascherano reconociendo su bajo estado de forma, la sensación no era buena. Tan solo la irrupción de Bartra ha nivelado el asunto. El nivel del canterano ha sorprendido incluso a los más escépticos.

¿Jugará Xavi? El repliegue defensivo indica que no. La calidad en el pase y el nombre señalan que sí

Otro punto a destacar tiene nombre y apellidos: Xavi Hernández. El timón de la obra más perfecta jamás llevada en la capital condal parece que ve cómo su importancia en los partidos desciende sobremanera. El repliegue comienza a pasarle factura y Martino deberá decidir si su titularidad será lo suficientemente positiva como para correr ese riesgo. Partiendo de la base de que Iniesta, Busquets, Messi y Neymar serán titulares, Cesc, Xavi, Alexis y Pedro (de Tello ya ni hablamos ya que con la llegada de Neymar tiene las horas contadas) se disputarán dos entre cuatro teóricos titulares.

Peor están en la capital

Pero no todo son malas noticias. Ha vuelto la feroz presión que caracterizó al Barcelona de Guardiola, la clarividencia en el juego de Busquets o el mejor nivel de Valdés. Por todo ello y por el simple hecho de jugar en el Camp Nou y acumular 7 victorias seguidas y un posterior empate, el Barcelona es favorito. Pero las dudas son las dudas. Pero peor están en la capital.

Peor porque a pesar de la leve mejoría vista hasta el momento (partido de Liga - Málaga especialmente) nada hace prever que la teoría de Ancelotti se desarrollará sin defectos en tierras catalanas. Al contrario que su rival, ha ido de menos a más pero siendo está una progresión bastante pequeña. Con el mismo tiempo pero con la idea de poner patas arriba el sistema establecido tres años atrás por Mourinho. El contraataque parece un simple vestigio de la historia blanca, pero el italiano comienza a comprender que correr es inherente al escudo. Pero bueno, primero los problemas que quiere solucionar:

Casillas - Diego López: el rún-rún mediático

La portería. Es indudable que el rumor da paso a la incertidumbre. Por muy aislado que estén tanto Diego López como Casillas, tantas portadas y tanto rún-rún mediático causa problemas. Ancelotti intenta gustar a todos repartiendo minutos pero, ¿es esa la solución adecuada? No hay que irse muy lejos para toparse con la siguiente incógnita, que no la última.

La defensa. Por fin se planificó bien y se fichó a un lateral derecho después de pasar en vela una temporada entera solo con Arbeloa. Carvajal ha ampliado el horizonte de miras, pero aún no se sabe si para descubrir más incógnitas en el XI o para opositar al puesto de lateral. Mientras tanto, en el eje, ha vuelto Varane. Aquel espigado francés que maravilló al mundo (o al menos a los aficionados al fútbol) con sus exhibiciones ante el Barcelona al final de la temporada pasada. Se desconoce si ha vuelto para reafirmarse o, al igual que Carvajal, para crear más dudas. Mientras tanto Pepe y Ramos parece que ya se recuperan del inicio de Liga que tan mal sabor de boca ha tenido a nivel individual.

Los interiores

Como si de un problema por línea se tratara, el dolor de cabeza se prolonga conforme avanzamos en la alineación. Ancelotti parece que ya se ha decidido por el 4-3-3 (al menos para los partidos de mayor calado) y el mediocentro que se encuentra en el vértice poco a poco va adquiriendo importancia. Aún sin tener dueño claro (Modric ocupó tal posición en los primeros partidos e Illarramendi está siendo el elegido en los últimos a falta de la vuelta de Xabi) está claro que el sistema ofrece interiores, capaces de sumar en el repliegue. Eso sí. Khedira, que con Ancelotti parece haber perdido tensión competitiva, no encuentra su rol en este sistema, por lo que entorpece la circulación y acaba robando menos balones que Modric o Illarra. En cuanto a Luka, que se prometía como el sustituto de Xabi Alonso, está siendo más un comodín para todas las posiciones (MC, interior, MP...) que un líder. Isco, por su parte, ofensivamente ha justificado la cantidad de su fichaje, pero Ancelotti teme que esa fragilidad defensiva le pase factura en el Camp Nou. Por lo tanto parece complicado que el italiano alinee a Isco como interior en la banda de Marcelo, un suicidio defensivo en la banda de Dani Alves.

Khedira ralentiza; Isco causa problemas defensivos

En caso de alinear a Isco, la titularidad de Di María en detrimento de Gareth Bale sería bastante lógica. El argentino últimamente está de dulce y su aportación defensiva en los Clásicos es importante. Ha conjugado su hiperactividad innata con las ganas de acertar. El año pasado, momento de su peor estado de forma en el Real, era un despropósito a la hora de tomar las decisiones. Y tampoco ha extirpado el problema por completo (véase el gol de Diego Costa y la pérdida previa de Di María).

Benzema y el crédito

Gareth aún no ha jugado un partido completo y a penas ha tenido verdadera incidencia en el campo, por lo que resulta difícil que salga en el XI. Pero el verdadero problema se encuentra en la punta de ataque. A Karim Benzema, que aún tiene pesadillas con los pitidos del Bernabéu, se le agota el crédito. Morata viene pisando fuerte pero el francés goza de la confianza de Ancelotti. Quizá en el contexto del Camp Nou, con transiciones rápidas, paredes y combinaciones acertadas, Karim es mejor.

En el momento que nada esté funcionado, solo podrán encomendarse a su figura. CR7 y Messi

Una vez desgranados los problemas de uno y otro equipo por línea, solo queda ver cómo sus entrenadores encuentran la solución. En caso contrario, tan solo quedará que se encomienden a los dos únicos que parece que van por libre. Para ellos cada Clásico es otro partido más donde marcar goles donde el incentivo se encuentra en seguir ampliando su leyenda. Por tanto, en caso de que falle la táctica, en caso de que todo pierda sentido, siempre quedarán Cristiano Ronaldo y Messi.

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