El Real Valladolid visita el estadio Santiago Bernabéu tras cuatro jornadas sin ganar, con dos empates y dos derrotas y al borde de los puestos de descenso. Es decir, todo lo contrario a la temporada pasada, cuando con Miroslav Djukic al mando era uno de los equipos que mejor fútbol practicaban en la Liga BBVA. Sin embargo, la lesión de jugadores importantes como Óscar o el bajo rendimiento esta temporada de Ebert, han ido en contra de los de Pucela.

Juan Ignacio Martínez tomó el mando del equipo castellano tras buenas temporadas dirigidiendo al Levante, pero parace que no ha dado con la tecla para seguir la línea de la temporada pasada, cuando salvaron la categoría sin demasiados problemas.

Doble sistema táctico

Durante las 14 jornadas que se han disputado hasta el momento, Juan Ignacio Martínez ha utilizado dos dibujos tácticos para su equipo, parecidos pero a la vez diferentes en la esencia. Cuando el técnico quiere un mayor ritmo de juego usa un 1-4-2-3-1 en el que la velocidad por la bandas es esencial para asistir a uno de los pocos delanteros centros natos que quedan en la competición: Javi Guerra.

El otro sistema que usa Juan Ignacio es para contener y le ha dado buenas rentas en algunos partidos a domicilio, un 1-4-3-3 que puede parecer más ofensivo que el anterior pero cuyo secreto reside en el trivote del centro del campo, con jugadores muy trabajadores, que realizan el trabajo sucio y que intentan contrarestar el juego del rival. Ante el Real Madrid, y debido a la baja de Ebert por sanción y Óscar por lesión, parece que Sastre, Rubio y Rossi comandarán el centro del campo pucelano en el coliseo blanco.

En la delantera, el ya citado Javi Guerra es el máximo goleador del Real Valladolid con siete tantos hasta el momento y parece que haya ganado la partida al africano Manucho, que tantos problemas puso al equipo blanco la temporada pasada. Por las bandas, Bergdich es una de las revelaciones de la temporada, un joven jugador francés reconvertido de lateral a extremo. En la derecha, Larsson parece haber ganado la partida ante la baja de Ebert, un delantero con mucha movilidad y que alterna las posiciones de ariete, mediapunta y extremo.

Un equipo ofensivo pero con problemas defensivos

El gran déficit del Real Valladolid en esta temporada es que necesita muchos goles para conseguir sumar puntos. El problema, claro está, son los problemas defensivos que está sufriendo el equipo pucelano. Y eso que Mariño se ha hecho con el puesto de portero titular, desplazando a Jaime, a base de realizar buenas intervenciones. El gallego fue formado en la cantera del Villarreal, llegando a ser internacional en las categorías inferiores, y ha devuelto a la primera la confianza depositada en él.

En la zaga, Juan Ignacio Martínez lo tiene claro, con cuatro jugadores fijos en su once, que suman experiencia en Liga BBVA. Por la derecha, Alcatraz, un lateral con mucho recorrido y peligroso en las incorporaciones al ataque y por la izquierda el salmantino Carlos Peña. Como centrales, dos jugadores que van bien al corte, buenos en el juego aéreo y con buena salida de balón: Rueda y Marc Valiente.

La defensa manda en la estrategia

El Real Valladolid es un equipo que suele hacer de lo simple y de la sencillez un punto a su favor. Cuando juega Ebert es el encargado de sacar las faltas y los saques de esquina, pero ante la baja del alemán será Alcatraz el encargado de tener la responsabilidad. Un juego que se basa en lanzar al segundo palo y prolongar al punto de penalti para la llegada de los centrales y Javi Guerra.

En defensa, zona mixta en la que de nuevo los centrales son protagonistas, cubriendo a los jugadores más peligrosos del rival.