Mutó. El Real Madrid alteró su imagen y se convirtió en cacique. Dueño y señor del choque desde que comenzó hasta que expiró, los blancos tuvieron la cabeza en Múnich y sus piernas en Madrid. Le bastó. No fue el mejor partido de los de Ancelotti pero lo poco que puso en el asador le sirvió para vencer y anestesiar a Osasuna.

Sin Benzema, Xabi, Carvajal, Coentrao, Pepe e Iker, los blancos salieron con un once de garantías a pesar de la multitud de variaciones respecto al duelo del pasado miércoles. Con todo y con ello, el Madrid entendió el partido como un trámite del que tenía que salir victorioso y así lo hizo.

Golazo de Cristiano para empezar

Controlando el encuentro y sin dejarse intimidad, los madridistas fueron creando ocasiones para no caer en su propio tedio, víctimas colaterales de un tempranero y soberbio gol de Cristiano Ronaldo. Pronto comenzó el Real Madrid a cimentar su victoria gracias a un cambio de juego de Di María y a un violento disparo del portugués.

Con el viento a favor, los locales pudieron guardar fuerzas mientras hacían correr al balón. Hubo quien intentó usar el choque para ganarse un puesto para encuentros de más enjundia y así Marcelo, Isco y Di María trataron de exhibirse. Campaña complicada por el sentir general, que tras el gol dio todo por hecho y solo se miró por el avance de los minutos.

Marcelo, señalado tras el gran encuentro de Coentrao ante el Bayern, fue el más voluntarioso, aventurándose incluso al disparo. Sus apariciones en ataque hicieron daño a Damiá que tenía que soportar el peso de aguantar sobre su banda al brasileño, Isco y Cristiano. En punta, Morata aguardaba su ocasión más ansioso que acertado.

Poco Osasuna, sin apenas ocasiones

El nivel de Osasuna no demandó mucho más al Madrid que nunca sintió el aliento rojillo sobre su nuca. Los navarros tras la victoria del Getafe estaban exigidos a sumar, pero no lo demostraron sobre el césped del Bernabéu donde no estuvieron siquiera cerca de llevarse puntos.

Contra el sesteo, el Real Madrid se encomendó a la diestra de Cristiano. Una vez más, otro gol para enmarcar. Su disparo, a la escuadra, evidenció que su estado físico de cara al mes que queda de temporada es optimo, de nuevo. El portugués levantó al público y encaminó a su equipo a una goleada que llegó por inercia.

Un voluntarioso Sergio Ramos se sintió fuerte físicamente para crear superioridades a la contra con su mera presencia. En una de esas armas letales que carga el Madrid cuando recupera el balón, el de Camas acompañó la ofensiva y se sintió delantero al rematar de cabeza el tercero. En esas funciones, emulando al propio Ramos, Carvajal se apuntó el cuarto tras un cabezazo a pase de Isco.

Con poco más de lo que quiso, el Real Madrid se llevó los tres puntos y sin arriesgar en su cometido. No en vano, con el transcurso del partido Modric, Cristiano y Di María fueron sustituidos sin tener noticias de Osasuna. El conjunto de Javier Gracia se mete en problemas tras no sumar en el Bernabéu, campo que asistió a un partido sin mayor historia que la de cumplir el expediente.

Así lo vivimos.