En los últimos años, el Real Madrid no se ha caracterizado precisamente por mantener un estilo futbolistico característico del equipo. En incontables ocasiones, ningun ente sabía como iba a afrontar (tácticamente) el Real Madrid la jornada en cuestión. El único denominador común del juego del conjunto merengue sobre un terreno de juego era la casta y el espíritu luchador que siempre ha llevado grabado a fuego en su escudo el club de Concha Espina.
Las idas y venidas de entrenadores y los incensantes cambios en el equipo, imposibilitan mantener un estilo concreto de juego. Sin embargo, esté será el gran reto de Zinedine Zidane en el que se torna como su gran proyecto.
Posesión como base fundamental
Durante su primer año como entrenador del Real Madrid, el técnico francés ha dejado bastante claras sus credenciales como entrenador. Así cómo su modelo táctico de juego para el equipo blanco. Para Zidane, la mejor opción para protegerse del rival es la monopolización del esférico. Controlar y dominar la posesión de balón te otorga la posibilidad de gestionar los encuentros y optimizar al máximo las ocasiones en campo rival.
La posesión y la presión en campo rival, claves para Zidane
Con jugadores de corte creativo como Toni Kroos, Luka Modric, Isco, James Rodríguez, Kovacic o Karim Benzema, no será de gran dificultad para el cuadro merengue llevar a la práctica este planteamiento de juego.
Ya sea en trivote (Kroos-Modric-Casemiro) o en doble pivote (Kroos-Modric), el Real Madrid gozará de un manejo de balón privilegiado; monopolizando la batuta del partido.
La importancia de ser como un equipo de remo
En el Real Madrid nadie, salvó excepciones contadas (Cristiano Ronaldo), queda exento de trabajar en labores ofensivas. La presión colectiva es otra de las bases del estilo de juego que intentará implementar Zinedine Zidane. Una presión asfixiante en campo rival, otorgará al conjunto blanco de superioridad en la recuperación de la pelota. Un trabajo en bloque que unido a la verticalidad de la plantilla merengue, puede ser determinante sobre los terrenos de juego.
Una defensa polivalente y equibilibrada
Una de las claves del nuevo Real Madrid de Zidane es la polivalencia defensiva. Los zagueros blancos brindan al francés un sin fín de posibilidades tácticas para conformar la línea defensiva. A jugadores polivalentes como Nacho Fernandez (defensa central y lateral izquierdo), se le suma la oposición de perfiles defensivos como Marcelo y Fabio Coentrao.
En funcion de las necesidades del equipo y del tipo de rival al que hacer frente, el Real Madrid puede optar por una línea defensiva mas o menos ofensiva, e incluso mixta).
Los laterales es una de las mayores bazas ofensivas del conjunto merengue con Zidane a la cabeza. Ensanchar el campo con carrileros profundos (Carvajal-Marcelo) es otra de las bases del nuevo Real Madrid. Los laterales forman una prolongación perfecta por ambas bandas junto a Cristiano Ronaldo y Gareth Bale. Una baza convertida en puñal ofensivo para entrar hacia dentro desde la banda o colgar balones al corazón del área.
En la zona central de la zaga merengue ocurre la misma situación. Encontramos futbolistas de diferentes perfiles. Tanto Varane (velocidad), como Pepe (veteranía) o Sergio Ramos (salida de balón), otorgan a Zidane una buena cantidad de variantes en la zaga.
A su vez, la defensa del Real Madrid se caracteriza por tener un gran manejo de balón. Con el dominio blanco en la mayoria de los encuentros, los conjuntos rivales ceden terreno hasta quedar acotados en su propio campo. Ante esta situación, habitualmente, la zaga blanca adelanta sus líneas y juega en campo rival durante las posesiones blancas. Quedando en la línea de centro del campo el último hombre merengue que actúa como cierre.
Variantes tácticas
Una de las grandes labores de un entrenador es no dejar que su equipo se estanque en un único estilo de juego. Los equipos de fútbol deben tener variantes tácticas para afrontar las distintas situaciones que se puedan dar sobre un terreno de juego.
La profundidad de la plantilla blanca (dos jugadores por puesto) otorga al francés de conformar distintos esquemas en función del rival. Desde un 4-3-2-1, pasando por el habitual 4-3-3, hasta el clásico 4-4-2.
La gran velocidad y verticalidad de los futbolistas del Real Madrid permite rapidamente cambiar de un juego basado en la posesión de balón , a la entrega total del esférico al rival y centrar ella disposición táctica en un juego de contraataque.
