Un día de descanso, y vuelta al trabajo. El Real Madrid ya ha dejado atrás el debut en Champions League frente al Sporting de Portugal, y se centra ya en el campeonato doméstico. El equipo que dirige Zinedine Zidane aspira a mantener su liderato una semana más, y para ello tendrá que imponerse al Espanyol en el partido que les enfrentará el próximo domingo en el feudo perico (20:45 horas, Movistar Partidazo y VAVEL).

Bale y Cristiano no se unieron al grupo, mientras que Coentrao completó toda la sesión con el equipo

Para preparar el encuentro, el técnico galo ha citado a sus pupilos en Valdebebas y así comenzar a trabajar. Zidane ha contado con dos ausencias en la sesión, pero una le da más dolores de cabeza que la otra. Ni Gareth Bale ni tampoco Cristiano Ronaldo han comparecido sobre el verde de la Ciudad Deportiva del cuadro madridista. El galés, que sufrió un golpe el pasado miércoles en el envite de Champions, es seria duda para el partido ante los pericos, y tras pasar pruebas se conocerá mejor su estado.

En el caso del portugués, Cristiano ha trabajado en el interior de las instalaciones, pero no debería tener ningún problema para unirse mañana al grupo y estar a disposición del entrenador francés de cara al partido ante uno de los equipos que mejor se le da en España. Por otra parte, la nota positiva del día la puso un Fabio Coentrao que sigue dando pasos firmes hacia la recuperación. El lateral de Vila Do Conde llevaba una semana uniéndose al equipo en fases del entrenamiento, pero en la sesión de hoy ha completado la totalidad del mismo con el grupo, tal y cómo informó la página web del club.

A Coentrao aún le falta la puesta a punto, pero el carrilero acorta plazos con la intención de reintegrarse en dinámica cuanto antes. Por lo demás, en materia deportiva, Zidane echó mano del Castilla para completar la sesión, y tanto Enzo como Odegaard trabajaron con el primer equipo. El galo dividió a sus pupilos en grupos para realizar series de posesión y presión sobre el balón, así como ejercicios de circulación. Para acabar, los futbolistas blancos jugaron varios partidillos en campos de dimensiones reducidas.