El Real Madrid visita en esta cuarta jornada del campeonato a un renovado RCD Espanyol, ante el que intentará prolongar su condición de invicto en este arranque de temporada así como su racha de victorias consecutivas en la competición doméstica, que se extiende a quince hasta la fecha. Los de Zinedine Zidane llegarán además reforzados tras conseguir una victoria en los últimos suspiros del choque frente al Sporting CP en el que significaba su debut en una nueva edición de la UEFA Champions League y donde fue llevado hasta el extremo por un conjunto lisboeta que sorprendió por plantearle un encuentro de tú a tú a los blancos en su propia casa, lo que le permitió por otro lado mandar en el luminoso durante gran parte del segundo tiempo, cuando se adelantó gracias al tanto de Bruno César.

La revolución del banquillo

Los cambios fueron claves para decantar el encuentro a favor de los intereses blancos ante el conjunto dirigido por Jorge Jesús. Antes de llegar al minuto 70, Zinedine Zidane apostó por un doble cambio en el que sentó a Gareth Bale y Karim Benzema para dar entrada a Lucas Vázquez y Álvaro Morata respectivamente; pero no quedó ahí la cosa pues diez minutos más tarde James Rodríguez saltaría al verde de Concha Espina sustituyendo a Toni Kroos. El internacional galés había tenido un gran desgaste durante todo el encuentro ya que fue uno de los futbolistas más activos en el ataque blanco, por eso el técnico decidió darle descanso y dar frescura al carril diestro con la presencia de un incansable Lucas Vázquez; en cuanto a Benzema, el ariete francés fue uno de los más discretos en la vuelta de la 'BBC', acusando especialmente la falta de ritmo al salir desde el inicio, fue por eso que entró Morata en su lugar, por buscar algo más de incidencia sobre la portería de Rui Patricio.

Los cambios de Zidane terminaron siendo decisivos para dar la vuelta al marcador

Igual de importante fue el cambio de Kroos por James Rodríguez, pues el colombiano aportó bastante presencia al cuadro local en tres cuartos de campo, desde donde buscó un último pase que dejara con ventaja a los atacantes merengues para encarar la portería rival. Tras varios intentos llegó un centro desde la izquierda, medido a la cabeza de Morata, que el canterano no desaprovechó aunque contara posteriormente con la colaboración del meta portugués, quien no acertó a despejar correctamente el remate del internacional español. La buena lectura del encuentro que hizo Zidane evidenció además de este propio hecho, la tranquilidad de poder acudir al banquillo para buscar algo distinto si el partido así lo requiere, una pequeña chispa que encienda al equipo y le ayude a continuar por la senda del triunfo.

El inamovible 4-3-3

En sus inicios al frente del primer equipo, el entrenador francés probó con alguna variente para principalmente suplir algunas bajas notables como las de Gareth Bale o Karim Benzema, sin embargo el 4-3-3 ha sido el sistema más utilizado hasta ahora en el equipo blanco, sin llegar a importar tanto el futbolista en sí como la filosofía de juego o la función de cada una de las piezas del puzle; dos laterales incisivos en ataque, tres mediocentros que compaginan creación y destrucción con Casemiro como pilar, corrigiendo posiciones, y tres puñales en ataque, habitualmente, que no siempre, la 'BBC'. El Sporting CP fue capaz de generar dudas en el esquema blanco, en el que además del constante peligro por banda derecha de Gelson Martins, los leones fueron capaces de crear muchos espacios, que aprovecharon para buscar rápidamente la portería de Kiko Casilla con un Adrien Silva encargado de administrar el juego lisboeta.

Bruno César escapando del marcaje madridista para recibir sin ningún tipo de presión

También fue importante la figura de Bas Dost liderando el ataque sportinguista, aunque el delantero neerlandés no supo aprovechar gran parte de las oportunidades que tuvo, las cuales podrían haber obligado cuanto menos al portero madridista a emplearse a fondo para evitar su tanto. Conforme avanzaba la segunda mitad del duelo, los visitantes fueron retrasando sus líneas y con ello cediendo un espacio a los blancos que no perdonarían; la salida de Gelson Martins por Markovic permitió también que Marcelo, quien en el primer tiempo apenas había aparecido por el carril zurdo del ataque, se sumara en acciones ofensivas junto a Lucas Vázquez por la otra banda, comenzando así un auténtico asedio a la meta de Rui Patricio que terminó traduciéndose en dos goles a favor de los vigentes campeones de la competición.

Las ausencias de Gareth Bale y Cristiano en la expedición blanca que viaje hasta Barcelona pueden dar cabida a una modificación en el dibujo táctico, ya que Zidane podría optar por una delantera formada por la dupla Morata-Benzema, algo que ya probó el técnico el curso pasado con Cristiano y Mayoral; a pesar de ello, se espera que el 4-3-3 siga con Marco Asensio haciendo las veces de extremo zurdo, mientras que Lucas Vázquez por la derecha y Morata en el centro completan el ataque merengue.

Ideas claras, resultados pendientes

Mucho dista el RCD Espanyol de esta temporada del que los blancos se han medido en temporadas anteriores. La llegada de jugadores experimentados en la competición así como de Qique Sánchez Flores al banquillo perico han supuesto una auténtica revolución en el cuadro blanquiazul, que a pesar de haber mostrado parte de su potencial no ha sido capaz de mantener ese nivel en lo que a resultados se refiere, y es que el equipo catalán no conoce aún la victoria ya que ha sumado una derrota y dos empates consecutivos. Es casualmente de la derrota en la jornada inaugural frente al Sevilla FC de donde se pueden extraer más conclusiones de lo que pretende ser este RCD Espanyol, un equipo agresivo, que explote bien las armas de las que dispone en los últimos metros, con un fútbol directo en el que sus mediocentros tengan presencia tanto en defensa para colaborar con la zaga como en ataque incorporándose desde la segunda línea.

Víctor Sánchez incorporándose en segunda línea para hacer uno de los goles frente al Sevilla FC
Víctor Sánchez incorporándose en segunda línea para hacer uno de los goles frente al Sevilla FC

El técnico madrileño ha utilizado un 4-4-2 con un doble pivote en el mediocentro en todos sus partidos de este inicio de temporada y parece que frente al Real Madrid no lo modificará. Sin embargo, una de las novedades en los dos últimos compromisos pericos, como ha sido el desplazamiento de Víctor Sánchez al lateral zurdo, podría verse variado para el encuentro frente al cuadro madrileño, ya que Javi Fuego, uno de los fijos en el mediocentro, fue expulsado en el último partido y Qique Sánchez Flores podría devolverle al centro del campo para organizar el juego mientras Diop lidera la faceta defensiva en el mediocentro. Otra de las alternativas podría haber sido Jurado, pero el entrenador espanyolista ha decidido dejarle fuera de la convocatoria, por lo que los candidatos en el caso de que Víctor Sánchez no sea la brújula blanquiazul son David López, si busca un planteamiento más defensivo, o Marc Roca, con un perfil más ofensivo.

El poder ofensivo perico

El conjunto catalán atesora bastante pólvora en los últimos metros, siendo Piatti, Hernán Pérez o Gerard Moreno, los grandes destacados en esta faceta. Las bandas son las principales armas blanquiazules, por lo que los laterales tendrán que estar bastante atentos, no solo por los extremos sino también por sus homólogos en el cuadro rival pues ello podría suponer acciones de inferioridad numérica; para ello será esencial también que jugadores como Lucas Vázquez o Marco Asensio colaboren con sus compañeros en defensa. No tendrán que subestimar tampoco ni al delantero catalán ni a Leo Baptistao, pues ambos han demostrado la capacidad que tienen para generar sus propias ocasiones; la presencia de Caicedo en la lista de Qique Sánchez Flores hacen pensar que el atacante ecuatoriano puede ser una alternativa para la segunda parte, con los jugadores más cansados y buscando sobre todo centros al área donde el atacante perico aproveche su potencia física para superar a los zagueros madridistas.

El RCD Espanyol presionando al Málaga CF
El RCD Espanyol presionando al Málaga CF

La presión a priori no debe ser un factor en el que los merengues sufran en exceso para poder sacar el balón jugado, pues los espanyolistas no suelen correr riesgos en este aspecto y suelen esperar en campo propio para recuperar la posesión. Donde sí deberán tener cuidado los madridistas serán en las jugadas a balón parado, bien desde lanzamiento de falta o bien desde lanzamiento de córner, pues los blanquiazules acumulan jugadores con potencia en el juego aéreo y ya han conseguido algún gol de esta forma en lo que va de curso.