El pinchazo del Atlético de Madrid en su visita al Ramón Sánchez Pizjuán fue el principal incentivo de los blancos para buscar la victoria. La cabeza estaba en juego. Un resultado positivo supondría el liderato de los merengues, pero el Athletic no se iba a mostrar como una presa fácil.

Los leones, conscientes de que podían meterse en puestos de Champions League con una victoria, salieron sin reservas al Bernabéu. La baja de Aduriz era el principal problema de los vascos.

Marcelo arranca al Madrid

En un partido que se presumía difícil para los blancos y ante un Athletic que sabe jugar con el esférico en sus pies, era fácil pensar que las cosas no empezarían de forma plácida para los de Zinedine Zidane. Pero, por el contrario, los rojiblancos empezaron muy metidos atrás y dejaron crear a los organizadores merengues. De esta forma, hicieron falta tan solo siete minutos para ver el primer tanto, obra de Karim Benzema, que llegó después de otra clara ocasión para el Madrid que detuvo Iraizoz.

A pesar de que el gol fue del delantero francés, y la asistencia de un Isco revolucionado y muy metido en el partido, hay que dar gran parte del mérito a Marcelo. El lateral brasileño, muy activo como acostumbra a estar, cambió el curso del partido con un pase de cuarenta metros con su pierna mala, la derecha. Isco fue el destinatario del pase, y tras una pugna con Laporte, dio un pase atrás perfectamente medido para que Benzema batiera a Iraizoz.

Tras el gol, el Madrid fue superior al Athletic y rozó el segundo tanto en varias ocasiones. Pero la falta de ritmo arriba provocó que el resultado no fuera tan abultado y por lo tanto el encuentro siguiera abierto.

Lekue hace la réplica

Tras veinte minutos de muy buen nivel por parte del equipo local, llegó la respuesta visitante. El Athletic Club empezó a tocar la pelota y a llegar con peligro sobre la portería de un Keylor Navas que solo tuvo que intervenir una vez a disparo potente de Iñaki Williams.

El empate hizo que el juego también se igualara

Si en el gol del Madrid fue Marcelo su principal causante, en el gol de Sabin Merino, en el minuto 27, el protagonista fue Lekue. El lateral derecho, titular en ausencia de De Marcos, se marchó en velocidad por la banda de Marcelo y, tras internarse en el área, puso el pase atrás perfecto para que Sabin Merino batiera a Keylor por abajo. El empate subía al marcador y la igualdad que empezaba a notarse en el juego pasó a verse reflejada en el electrónico. Tras el tanto del empate, el ambiente se enrareció. Al Madrid le costaba crear peligro y el Athletic tuvo dos oportunidades más que a punto estuvieron de sorprender a Keylor. Tan solo una clara oportunidad errada por Ronaldo en el minuto 45 pudo desequilibrar el resultado, que finalmente fue de empate al término de la primera mitad.

La reacción era necesaria en el equipo de Zidane si los blancos querían alcanzar el liderato de la Liga tras dos jornadas alejados de él. Pero la imagen del equipo no cambió en el segundo tiempo, y la igualdad fue la nota dominante. Cristiano lo intentaba con más ganas que suerte y el resultado parecía inamovible.

Con la tensión propia de los duelos entre el club de la capital y el del norte de España, los minutos pasaban sin que ninguno se alzara a la cabeza del marcador. Zidane decidió empezar a mover el árbol para ver si caían los frutos. Por ello, introdujo a Lucas Vázquez y Álvaro Morata en el césped, en busca de esa lucha necesaria para llevarse los tres puntos a casa. El Bernabéu no dejó de apoyar, y a pesar de que Williams no dejó de crear peligro, y de las continuas pérdidas de tiempo de Iraizoz, el Madrid siguió apretando para ganar.

Morata pone orden en Chamartín

Cuando las cosas van mal, Zidane sabe a quién llamar. No es la primera vez que lo hace, y nuevamente Morata respondió a su llamada. La cantera siempre está presente y da los frutos que quiere tanto el entrenador como la afición. Por ello, nada más entrar el delantero tuvo una clara ocasión de gol, desbaratada por un Iraizoz felino.

Pero cuando un delantero falla una, suele aprovechar la siguiente. Y eso ocurrió en el caso de un Álvaro Morata, quien, tras un gran centro al área, remató con pierna derecha, y tras una milagrosa salvada de Iraizoz, anotó el rechace para poner a su equipo por delante y hacer que se llevaran los tres puntos.

De esta forma, y sin excesivo sufrimiento en los últimos instantes, los blancos se colocan en lo más alto de la tabla. A un punto del Sevilla, a dos del Barcelona y a tres del Atlético de Madrid, en una jornada trepidante para los cuatro conjuntos.