Con el liderato como mejor noticia en medio de las críticas por el juego y la gestión de las rotaciones por parte de Zinedine Zidane, el Real Madrid afrontaba esta semana su estreno en la Copa del Rey 2016/2017. León y la Cultural Leonesa eran la ciudad y el rival que había deparado el sorteo, un equipo de 2ªB que no debía poner en demasiadas dificultades al vigente campeón de Europa. Y menos aún tras la alineación elegida por el entrenador francés, que alejándose de cualquier posibilidad de verse sorprendido, decidió dar entrada a un once que podría ser titular en cualquier partido de la UEFA Champions League.
Muchos titulares
Casilla, Danilo, Nacho, Pepe, Carvajal, Kroos, Isco, James, Asensio, Lucas Vázquez y Morata conformaban un equipo de primerísimo nivel, con el que Zidane pretendía dar por cerrada la eliminatoria. Y el técnico galo vio cómo su equipo se adelantaba muy pronto en el marcador, con un tanto de Zuiverloon en propia puerta antes de que se cumpliera el séptimo minuto de partido. Como se preveía, el conjunto blanco se aprovechó del tempranero gol para adueñarse definitivamente del encuentro tras unos minutos equilibrado, comenzando a disfrutar de largas posesiones en las inmediaciones del área leonesa.
Los primeros diez minutos del segundo tiempo sentenciaron el partido
Sin embargo, los minutos transcurrían sin ocasiones manifiestas de gol. Hasta que apareció Marco Asensio. El centrocampista balear aprovechó un buen pase raso de Lucas para enviar el balón a la red con un disparo ajustado desde la frontal, ampliando la diferencia en el marcador. Una brecha que se abrió definitivamente y sentenció la eliminatoria en apenas diez minutos, concretamente los correspondientes a los primeros de la segunda mitad. Asensio completaba el doblete y a él se sumaba Álvaro Morata, que lograba dos tantos más para establecer un contundente 0-5 favorable al club de Concha Espina.
Pero aún habría tiempo para más goles, también protagonizados por jugadores formados en la cantera. Nacho, con un remate espectacular, logró el sexto tanto de los madridistas, mientras que en el tiempo de descuento fue Mariano quien sumó el séptimo con un espléndido cabezazo. Entre estos dos últimos tantos, el Real Madrid volvió a pecar de errores defensivos hasta que Benja Martínez logró batir a Kiko Casilla y conseguir el tanto del honor para los locales en un partido en el que, pese al 1-7 encajado, quedará para siempre grabado en la memoria de los aficionados de la Cultural Leonesa.
Pedir paso
El encuentro no sólo sirvió para que el conjunto de la capital de España continuara invicto en la temporada, sino para demostrar el hambre y las ganas de los jugadores más jóvenes del equipo, que no pierden la oportunidad para reivindicar un lugar en el once inicial. Morata estuvo muy participativo durante toda la noche y se marchó de León con dos goles más en su cuenta particular, reafirmándose como el delantero más en forma del Real Madrid en lo que va de temporada. También sumó un doblete Marco Asensio, que en su primer año de blanco ha anotado en todas las competiciones que ha disputado el equipo hasta la fecha, y manteniendo su idilio con el gol.
Nacho consiguió uno de los mejores goles de la temporada
Nacho, uno de los defensas que menos juega habitualmente, también tuvo la oportunidad de reivindicarse. A su ya sempiterna profesionalidad, cumpliendo de manera notable con su cometido independientemente de la posición que desempeñe, hay que sumarle su faceta goleadora. Y es que el canterano consiguió el mejor gol de la noche en un remate acrobático espectacular y que se llevó la ovación del público asistente al estadio leonés.
Mariano, que salió en el tramo final, no dejó de buscar el gol hasta que lo encontró en el tiempo de prolongación, mientras que James Rodríguez también quiso dejar su sello en el partido y, si bien no estuvo acertado de cara a la portería rival, finalizó el encuentro con tres asistencias, dejando muestras de su enorme calidad. Así, el primer partido del Real Madrid en Copa del Rey esta temporada sirvió para dar descanso a algunos habituales, para mostrar que el cuadro de Zinedine Zidane iba a afrontar con seriedad el partido y, sobre todo, para que los jóvenes pidieran un sitio en el once inicial.