El Real Madrid tiene un sitio privilegiado en la vida de Nacho Fernández, y es que el defensa madrileño ha demostrado con creces su lealtad al conjunto de Concha Espina a pesar de no haber contado con los minutos que posiblemente hubiese deseado. Sin embargo, el canterano supo aceptar su rol desde la llegada al primer equipo, y precisamente eso le ha valido para ir adquiriendo una madurez que ha alcanzado su máxima expresión esta temporada. El internacional español, que desde las categorías bases del cuadro merengue ya dejó constancia de su polivalencia, se ha ido empapando de los grandes jugadores con los que ha compartido vestuario y poco a poco se ha ganado un hueco en el once de Zinedine Zidane gracias a su compromiso y constancia, cumpliendo cada vez que éste le depositaba su confianza.

Nacho calentando en la previa del choque frente al CD Leganés | Foto: Daniel Nieto (VAVEL)

Pero si el técnico francés ha optado por el canterano, bien para ocupar el lateral zurdo como el centro de la defensa, al margen de las lesiones en dicha posición, ha sido porque Nacho ha dado un paso al frente. Atrás quedan esos partidos en los que el jugador criado en el club madrileño se limitaba a completar actuaciones correctas, con ciertos altibajos durante el transcurso del encuentro o prodigándose tímidamente en ataque.

Nacho fue uno de los artifices de que el Madrid no encajara goles en el último derbi liguero en el Calderón

Un claro ejemplo de ello fue el pasado derbi frente al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, donde tanto el defensor natural de Madrid como Raphaël Varane pudieron quitarse la espina clavada un año antes, también en la competición liguera, cuando encajaron un 4-0 del equipo rojiblanco siendo ambos la pareja del centro de la zaga. El canterano disputó un encuentro muy serio, siendo una auténtica pesadilla para futbolistas de la talla de Antoine Griezmann o Carrasco. La confianza del madridista se ha comprobado en su regularidad, su anticipación sobre los adversarios, su seguridad en el juego áereo o su constante presencia en ataque cuando actúa en banda.

El defensa madrileño también se ha destapado de cara a puerta. Ante la Cultural y Deportiva Leonesa en el choque de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, Nacho estrenó su casillero goleador este curso con un espectacular disparo acrobático desde la frontal, que hizo inútil la estirada del guardameta. En cuanto a partidos, el zaguero de 26 años acumula 10 partidos entre La Liga, UEFA Champions League y Copa del Rey, y todo invita a pensar a que superará la cifra de 22 encuentros alcanzada en las dos temporadas anteriores.

Ante el FC Barcelona en el inminente clásico, donde los madrileños intentarán seguir ampliando su ventaja al frente de la clasificación, el canterano podría consagrarse esta temporada si Zidane termina dándole minutos, una idea desde luego nada descabellada visto su rendimiento en el presente curso. Con la más que probable titularidad de Carvajal en el carril diestro y Marcelo en el zurdo, Sergio Ramos y Pepe son los principales contrincantes para el mirlo blanco en la lucha por partir de inicio en el feudo blaugrana.

Nacho Fernández y Real Madrid parecen ser dos términos indisociables, una perfecta comunión donde la sonrisa de uno significa la felicidad del otro. Una historia de amor surgida hace 15 años en el que ambas partes han ido, y seguirán, creciendo de la mano. La persistencia de un canterano con la ilusión del primer día por continuar defendiendo el escudo del club de su vida.