Los clásicos nunca defraudan. El Madrid llegaba al Camp Nou con un colchón de seis puntos que podían incrementarse a nueve en caso de victoria. Mientras, los pupilos de Luis Enrique tenían la obligación de ganar para mantenerse con opciones después del pinchazo en Anoeta frente a la Real Sociedad. Antes de que el balón rodara sobre el césped, se guardó un respetuoso minuto de silencio en honor al Chapecoense.

El encuentro estuvo plagado de polémicas. Nada más comenzar, Lucas Vázquez reclamó penalti a Clos Gómez por una entrada de Mascherano. El canterano fue de los mejores del Madrid, y demostró que está en perfectas condiciones para suplir la baja de Gareth Bale. Ramos, Rakitic y Carvajal protagonizaron la polémica dentro del área. El colegiado pudo señalar cualquiera de las manos cometidas, pero no lo consideró oportuno en ninguna de ellas. Tuvo un partido difícil. Paró mucho el partido, y no dejó que el fútbol resaltara sobre el césped del Camp Nou. Zidane decidió alinear a Isco y Kovacic en el centro del campo junto a Luka Modric. Los blancos estuvieron algo más cómodos en los primeros cuarenta y cinco minutos, aunque no terminaron de materializar las ocasiones que tuvieron. Sergi Roberto se mostró desbordado durante toda la primera mitad, pero las ayudas de Rakitic solventaron las investidas. Al Barça le costaba llegar al área de Keylor, y a penas generó peligro. Ninguno hizo más que otro para llevarse el premio del gol, aunque el Madrid fue ligeramente superior.

Con el empate, el Real Madrid ya acumula 33 partidos sin conocer la derrota 

Tras la charla técnica en el descanso el Barcelona salió algo más agresivo. Pronto se llevó la recompensa, y en el 53' Luis Suárez adelanto a los suyos en posición dudosa tras un gran centro de Neymar. Luis Enrique dio entrada a Iniesta, y el partido del Barça cambió. Fueron superiores al Madrid durante un tramo de partido con la entrada del español, y pudo sentenciar el partido con un disparo cruzado dentro del área de Neymar que se marchó por encima del larguero. No obstante, el conjunto madridista no se vino abajo y Zidane reaccionó. Decidió sacar a Casemiro en lugar de Isco para que proporcinara equilibrio en un centro del campo que estaba siendo rebosado. Al brasileño se le notó que acaba de salir de una lesión, y que le falta rodaje. No fue su mejor partido, pero sin embargo el Madrid comenzó a mejorar. Benzema tampoco tuvo su día. No fue capaz de disparar ni una sola ocasión a la portería de Ter Stegen, por lo que Zidane le sustituyó por Asensio. Pero sin duda, el cambio clave fue el de Mariano. La entrada del delantero supuso una inyección de moral al equipo, y el Madrid se lanzó a la busca del gol.

Modric fue el mejor del Madrid

 Cuando parecía que el partido llegaba a su fín, en el minuto 90' una falta de Arda Turan sobre Marcelo cambió el destino del partido. Luka Modric colgó un balón al área e hizo honor a la maravillosa novela de Gabriel García Márquez: Crónica de una muerte anunciada. No podía ser otro, Sergio Ramos realizó un formidable remate de cabeza que noqueó por completo a Ter Stegen. Los blancos ponían el empate en el marcador dejando mudo a un Camp Nou que no creía lo que acababa de suceder. Después del gol, tanto Barcelona como Madrid tuvieron la oportunidad de llevarse el clásico más reñido de los útimos años. Casemiro sacó un balón en la línea de gol, y Mariano estuvo a punto de materializar una contra.