El Real Madrid visita El Sadar este sábado a las 20:45 (19:45 en Canarias), en un partido engañoso y plagado de incertidumbre. Los blancos aterrizan en un estadio que se les ha dado mal por antonomasia a lo largo de su historia, pero lo hacen enfrentándose esta vez, probablemente, a la peor versión de los "rojillos" en sus últimos años en Primera.
Y es que la temporada del conjunto de Petar Vasilevij está siendo negra por los cuatro costados. Remando a contra corriente. Así ha sido el año de un Osasuna colista, carente de victorias, y falto de algo más para luchar en la máxima competición del fútbol español. Quizá sea la falta de experiencia después de pasar dos años en la división de plata. Quizá la remodelación de una plantilla que ascendió con lo justo y que se ha visto obligada a modificar casi el 50% de sus fichas (aquí entran también, obviamente, sus tres fichajes invernales). O quizá sea el continuo cambio de técnico que la ha mantenido en vilo junto a sus aficionados. Una vuelta disputada y ya han pasado por allí Enrique Martín (despedido el pasado mes de noviembre), Joaquín Caparrós (mismo desenlace en enero) y el actual entrenador serbio anteriormente mencionado.
Eso sí, parece ser que la llegada del nuevo mánager a Pamplona ha cambiado un pelín la cara del equipo riojano. A pesar de haber caído ante Real Sociedad y Sevilla, y empatar fuera de casa en Los Cármenes contra el Granada, un nuevo aire ha asomado la cabeza entre los "rojillos". Y todo sea por un ataque enchufado, capaz de marcarle tres goles al Valencia, otros tres al Sevilla, y dos a la Real Sociedad en Anoeta. Solidez defensiva puede que no (de esos tantos partidos, solo lograron un punto ante el conjunto ché), pero efectividad anotadora, bastante.
Sergio León, Kodro y Oriol Riera fueron los futbolistas encomendados para dicha tarea a principio de campaña, y por lo menos en este último mes, la han cumplido a las mil maravillas. Sobre todo el primero en cuestión, fichado el verano pasado después de haber goleado hasta en 22 ocasiones con el Elche (se convirtió en el pichichi de la categoría), ha demostrado su valía en una de las mejores ligas del mundo, y ya lleva seis goles. No obstante, de poco sirve contar con un delantero prolífico, si después se regalan puntos en la zaga. El Osasuna es la escuadra que más goles ha recibido en Primera División (46), y no gana desde la jornada ocho. Eso sin contar que es el equipo que menos posesión tiene de todo el campeonato (tan solo un 42'5% de media) y que cuenta con el peor porcentaje de pases acerados (67'1%). Las cosas no están bien por allí y las estadísticas son un fiel reflejo de ello.
Es curioso observar cómo una plantilla que se ha acostumbrado y suele jugar con cinco defensas atrás, permita tanto en su propia área. El 5-3-2 se ha instaurado en El Sadar desde prácticamente el inicio del curso, pero todavía no se ha dado con la tecla para su correcto funcionamiento. Sin los hermanos Flaño, Oier, Tano y Unai García se han hecho un hueco en la defensa de Vasilevij, junto a Belenguer y Clerc en los laterales. Por dentro, un trivote habitualmente formado por Fausto, Roberto Torres (el que más calidad tiene del centro del campo), y Causic. Aunque hay que ver si la llegada de Raul Loé lo catapulta al banquillo contra el Real Madrid. Y arriba, doble punta. Sergio León y Oriol Riera.
Aguantando atrás como pueda las embestidas de Ronaldo, Benzema y compañía, y buscando la velocidad de León y la peinada de Riera. El partido de Osasuna está claro, el del Madrid no tanto, y el del Sadar será volver a rugir. Alicientes para un buen partido hay.
