Cada equipo es un mundo, cada afición todo un universo. Las hinchadas se adaptan a la circunstancias con el único objetivo de la supervivencia, algunas aprenden a vivir en lo más alto mientras otras lo hacen de manera habitual en los más bajos fondos. Otras viven su momento de gloria y se resignan a volver a su más modesto lugar habitual. Algunas otras acostumbradas a las mieles del éxito han de soportar años menos brillantes... Todas son únicas, y prácticamente ninguna comparable a la otra. Pero existe un denominador común, un cruce de caminos, el lugar geométrico en el que se encuentran sólo un puñado de hinchadas en el mundo. En lo más profundo de cada uno de estos privilegiados aficionados existe una fuerza incontenible, una ilusión indescriptible. Sólo hay algo más potente sentimentalmente para un hincha que el desgarrador dolor que se siente al ver que tu equipo acostumbrado a codearse con los dioses del Olimpo desciende al mismísimo Hades: la absolutamente embargadora alegría que siente ese mismo aficionado que observa cómo su equipo gana la redención en el mismísimo infierno y asiste a cómo San Pedro le tiende la mano para volver a disfrutar de los placeres del Cielo.

El rey del sur de Italia abdica

El conjunto partenopeo, efectivamente, es uno de esos equipos que se codeó con los más grandes antes de coquetear con su desaparición institucional. Hoy, sus aficionados le visitan en San Paolo con la ilusión permanente de aquellos aficionados que además de conocer la gloria, también conocen el desahucio. El equipo más laureado del sur de Italia, la eterna región olvidada por el éxito futbolístico. El equipo de Diego Armando Maradona. El equipo que llegó a coserse el "scudetto" en el pecho y que alzó la UEFA a lo más alto del cielo de Stuttgart. El equipo que empezó a escribir su decadente historia en la final de Coppa D'italia 1997, cuando el Vicenza recordó al Nápoles que ya no sólo había dejado de ser un equipo campeón, si no que su verdadero lugar era la Serie B italiana.

Di Laurentiis y Sarri | Foto: Serie A
Di Laurentiis y Sarri | Foto: Serie A

Entre 1996 y 2004 el equipo napolitano solamente militó en Serie A en la 2000/01. Finalmente en Junio de 2004 el Nápoles desaparece, es en ese momento cuando aparece el mesías celeste, el salvador del fútbol en la ciudad de La Camorra, Aurelio Di Laurentiis. El adinerado romano tomó la decisión de refundar el conjunto con el nombre de Napoli Soccer aportando la nada desdeñable suma de 40 millones de euros. Tras dos años en Serie C1, y uno en Serie B, el conjunto partenopeo vuelve a la Serie A, el rey volvió a su trono. Para cuando esto ocurrió, el monarca ya se llamaba Società Sportiva Calcio Napoli. Para la vuelta al Olimpo en la 2007/2008 el equipo napolitano realizó un gran desembolso atrayendo a grandes jugadores como Marek Hamšík,  Ezequiel Lavezzi o Walter Gargano.  

Europa no lo pone fácil

Desde que el equipo que hoy nos reúne puso un pie en Serie A, su paso fue firme en su camino a la élite del fútbol italiano. Coincidiendo con el declive de los equipos de Milán, y el mal momento de los equipos de Roma, el Nápoles encontró su nicho de éxito en la tabla de la Serie A. Desde 2008 no han faltado a su cita con competiciones europeas ningún curso a excepción de la 2009/10. Su vuelta a la máxima competición continental se correspondió exactamente con el veinte aniversario de la última temporada en la que los napolitanos jugaron tal competición, en aquella ocasión disputando el antiguo formato de Copa de Europa. Del cielo de 1991 al cielo de 2011, con demasiado infierno de por medio. 

Fue precisamente en 2011 cuando empezó una curiosa y tormentosa relación entre el conjunto partenopeo y las competiciones europeas. En ese primer reencuentro con la Champions League, los celestes alcanzaron los octavos donde esperaron con ilusión a todo un Chelsea. San Paolo asistió a un 3-1 histórico. En la vuelta, el luminoso de Stamford Bridge lucía el mismo resultado al término de los 90 minutos. La prórroga mandó a los italianos de vuelta a la península itálica y a los ingleses camino de su primera Champions League. 

Derrota del Nápoles 4-1 en Stamford Bridge | Foto: Nápoles
Derrota del Nápoles 4-1 en Stamford Bridge | Foto: Nápoles

No fue hasta dos años después, en la 2013/14, cuando los del sur de Italia volvieron a tomarse la revancha con la máxima competición continental. El sorteo de la fase de grupos ya empezó a escribir una historia triste para los italianos. La lucha frente a Arsenal y Dortmund fue titánica hasta la última jornada, triple empate a doce puntos que envió al Nápoles a la Europa League por la diferencia de goles global. En octavos de la segunda competición europea el Oporto apeó al conjunto napolitano escribiendo otro triste capítulo en la historia europea reciente del club.

Mertens y Cazorla pugnan por un balón | Foto: UEFA
Mertens y Cazorla pugnan por un balón | Foto: UEFA

El verano siguiente San Paolo recibía con ilusión su enfrentamiento previo a la Champions League que decidiría si ése año disputaría de nuevo la competición europea. Enfrente, el Athletic de Bilbao. Los leones rugieron más de lo esperado y el Nápoles tuvo que conformarse de nuevo con la Europa League, duro castigo, pero no tanto como lo fue la eliminación en semifinales por un absoluto desconocido del fútbol continental, el ucraniano Dnipro. La temporada siguiente, la pasada, el Nápoles era sin duda uno de los más grandes favoritos entre los equipos que conformaban los bombos de la Europa League. Tras una buena fase de grupos, en dieciseisavos, de nuevo un equipo español. El Villarreal se deshizo en El Madrigal de un incomprensiblemente plagado de suplentes Nápoles. Los de Sarri no pudieron pasar del empate en San Paolo lamentando haber infravalorado a su rival. Hasta el momento, sin duda el mayor error de Sarri como técnico del SSC Napoli.

Maurizio Sarri, el artífice

A pesar de la recientemente triste historia europea relatada, la realidad es que los aficionados del equipo napolitano han disfrutado de un último lustro de éxitos y alegrías. Especialmente la etapa en el club dirigida por Rafa Benítez, que dejó una alargada sombra que el actual técnico ha sabido iluminar con inusitada maestría. Entre 2013 y 2015, el entrenador madrileño fue capaz de de ofrecer muchas alegrías a la hinchada napolitana, especialmente la Coppa de Italia de 2014, que sin ser la misma que el Vicenza le había arrebatado en el 96, supo un poco a una reconquista de la misma.

Maurizio Sarri | Foto: Nápoles
Maurizio Sarri | Foto: Nápoles

Maurizio Sarri, natural cómo no, de Nápoles, se encuentra conduciendo la segunda temporada del equipo de la ciudad que le vio nacer. No es el mejor conductor, ni el que más grandes premios ha ganado, pero es sin duda el que mejor conoce el coche napolitano y su circuito. La experiencia profesional de Sarri no da para escribir demasiadas líneas, durante décadas dirigió equipos en Serie B y Serie C. Su oportunidad de oro se la fabricó el mismo, llevando al Empoli de la B a la A y manteniendo a los de la Toscana tras su primera temporada en lo más alto del fútbol italiano.

La pasada temporada, Sarri, acompañado por un magnífico ejército napolitano y liderado por la mejor versión que se le recuerda al "Pipita" Gonzalo Higuaín, disputó el campeonato a Massimiliano Allegri practicando un fútbol desenfadado, alegre, atacante y tácticamente muy trabajado. La consigna del técnico es buscar la portería, pero ello no quiere decir que deje la defensa quede fuera de la ecuación. La contención es una pieza clave de su equipo, el orden táctico una máxima de su discurso, especialmente para los seis hombres más retrasados.

Higuaín celebrando un gol en Champions League | Foto: UEFA
Higuaín celebrando un gol en Champions League | Foto: UEFA

La gran temporada realizada le sirvió a la SSC Napoli para acabar segundos y para embolsarse en el mercado estival 97 millones de euros por Gonzalo Higuaín, que a punto estuvo de conseguir la Bota de Oro. Pase directo a la Champions League, algunos buenos refuerzos veraniegos y toda la ilusión del mundo de cara a la temporada que actualmente vemos pasar cada día.

Conjunto más goleador del Calcio

El gol en Italia tiene nombres propios. Los de Sarri han visto puerta en 57 ocasiones en lo que llevamos de Serie A. Entre cuatro de esos nombres suman 40 de estos goles: Marek Hamšík (9 goles y 7 asistencias), Lorenzo insigne (7 goles y 5 asistencias), Dries Mertens (16 goles y 6 asistencias) y José Callejón (8 goles y máximo asistente del Calcio con 9 pases de gol).

Mertens, Insigne, Callejón y Hamsik celebrando un gol ante el Bolonia | Foto: Nápoles
Mertens, Insigne, Callejón y Hamsik celebrando un gol ante el Bolonia | Foto: Nápoles

Temible el cuarteto ofensivo del Nápoles que con total seguridad ha de enfrentar la zaga madridista. Los cuatro jugadores de ataque se entienden a las mil maravillas sobre el césped, prácticamente sin mirarse ya intuyen el movimiento del compañero. El "Comandante Eslovaco, Hamšík, el eterno capitán celeste, es el corazón del conjunto

" Hamšík es el corazón del conjunto napolitano. Por él pasa el fútbol y él mismo es el encargado de bombearlo al resto de sus compañeros"napolitano, tanto por su sentimiento como por su colocación en el campo. Por él pasa el fútbol y él mismo es el encargado de bombearlo al resto de compañeros. Su disparo lejano y su buen olfato en los últimos metros le convierten en un jugador total que además de ser el faro ofensivo de su equipos nunca jamás olvida sus tareas defensivas.

Insigne y Callejón, a pierna cambiada son los jugadores de banda del equipo napolitano. El napolitano y el granadino son fundamentales en el esquema del técnico celeste. Su velocidad a la contra y su capacidad de incisión al área se unen a un incansable compromiso con las tareas de defensa en banda para convertirles en dos de los extremos más valiosos del fútbol mundial. Los laterales del Real Madrid tendrán más trabajo del habitual en esta eliminatoria y lo más probable es que deban reducir el número de incorporaciones al ataque.

Callejón hace gol en el Estadio Da Luz | Foto: Nápoles
Callejón hace gol en el Estadio Da Luz | Foto: Nápoles

Finalmente Mertens, el eterno suplente de Lorenzo Insigne en la banda izquierda del equipo, ha encontrado su hueco jugando como falso nueve. La movilidad y rapidez del belga le permiten jugar a su antojo con los centrales rivales. El ex del PSV vive su mejor temporada como profesional, 16 goles le aúpan a las posiciones más altas de la tabla de goleadores, igualando a Higuaín o Icardi y tan solo un gol por debajo de Edin Džeko. La titularidad le llegó al belga motivada por la grave lesión sufrida por Arkadiusz Milik, el polaco sufrió una rotura en el ligamento cruzado de una de sus rodilla en un encuentro frente a Dinamarca defendiendo los colores de su selección. El delantero fichado el pasado verano procedente del Ajax llevaba siete goles en nueve encuentros hasta el momento de lesionarse.

Mertens | Foto: Nápoles
Mertens | Foto: Nápoles

Tras 24 jornadas el club napolitano se encuentra cómodamente colocado en la tercera posición de la tabla del Calcio. La Roma, con 53 puntos es segunda aventajando en dos puntos a los celestes. La "Vecchia Signora" encabeza la clasificación con 60 puntos. Con respecto a sus perseguidores, el Nápoles está alerta pero tranquilo, Inter y Atalanta son quinto y sexto respectivamente ambos con 45 puntos.

Un entramado defensivo muy trabajado

Sin ningún género de dudas, los grandes responsables de que el edificio napolitano luzca radiante son los cimientos y pilares que preceden al artificio y al acabado. Los "Cuatro Fantásticos" no podrían nunca serlo si los seis de atrás, más el guardameta, no estuvieran en plenitud de condiciones. 

Hace años que se escucha de Pepe Reina que vive "una segunda juventud", y cada año se habla de que ha resucitado un gran portero. Reina no es pasado, es todo presente. El meta está realizando unas fantásticas temporadas en lo que se suponía "el ocaso de su carrera". Ágil, bien colocado y líder de toda una zaga a la que entiende de maravilla. El ex del Liverpool no se cansa de brindarnos estiradas y atajadas de mérito fin de semana tras fin de semana.

Albiol, Tonelli y Reina | Foto: Nápoles
Albiol, Tonelli y Reina | Foto: Nápoles

La línea de cuatro no admite discusión, la zaga la comandan el internacional senegalés Koulibaly, y el ex internacional español (dejó de serlo cuando empezó a merecerlo, a su llegada a Nápoles) Raúl Albiol. Ambos conforman una pareja de lujo, el senegalés pone la potencia con control y el valenciano la veteranía y la colocación. El español lleva años mostrándose como un central de talla mundial, ahora el destino le ofrece volver a la que fue su casa siendo un jugador fundamental en el sistema del equipo. Las bandas, para dos laterales muy largos en ataque y expeditivos en defensa, Ghoulam en banda izquierda y Hysaj en banda derecha. De esta manera se completa una grandísima muralla de contención por parte del conjunto partenopeo.

Rotaciones habituales en la medular

Sarri ha decidido no decidir en las posiciones medias, los dos jugadores que acompañan al capitán eslovaco rotan de manera habitual. Son cuatro jugadores que luchan por dos posiciones: Allan, Jorginho, Zielinski y Diawara.

Por el momento el polaco es el que más minutos ha tenido en un mayor número de partidos, y además, de los cuatro es el que mayor aportación ofensiva tiene, con tres goles y seis asistencias en Serie A. Los siguientes en importancia respecto a los minutos y participaciones son Allan y Jorginho, ambos dos los dueños de tales posiciones el curso pasado. Finalmente el que ha jugado menos minutos, aunque ha gozado cada vez de más relevancia en los planes de Sarri, es Diawara. 

Allan | Foto: Nápoles
Allan | Foto: Nápoles

Dependiendo del rival y de las circunstancias, Sarri alinea a unos u a otros. Tanto Jorginho como Allan llegaron muy mermados a final de temporada el curso pasado debido a la grandísima carga física que están obligados a soportar jugando en esa posición, especialmente en un esquema que les coloca como los pilares de un centro del campo que ha de sostener a jugadores de ataque muy adelantados. Por esto, la decisión del técnico napolitano ha sido la de rotar en esta posiciones buscando el equilibrio dependiendo de lo que el equipo necesite.

Diawara | Foto: Nápoles
Diawara | Foto: Nápoles

Primeros de grupo, pero con dudas

La actuación en fase de grupos de los de Sarri se puede definir cuanto menos como irregular. Los italianos partían como favoritos de un Grupo B en el que reconocían al Benfica como el rival más duro, y al Besiktas y al Dinamo de Kiev como los conjuntos teóricamente más débiles.

La andadura del conjunto napolitano en este Grupo B terminó al igual que empezó, con ilusionantes y convincentes victorias sobre sus rivales. Un 1-2 en la primera jornada frente al Dinamo, una victoria 4-2 en la segunda jornada en San Paolo frente a los de Lisboa y un 1-2 en Da Luz en la última jornada que certificó la primera plaza de los celestes. Entre los dos primeros encuentros y el último, los de Sarri no encontraron su habitual juego, y frente a rivales sobre el papel menos duros que el Benfica se encontraron con muchos problemas, especialmente en San Paolo, donde salió derrotado frente al conjunto turco (2-3) y no pasó del empate sin goles frente a los ucranianos. 

Celebración del primer puesto del Grupo B en el césped de Da Luz | Foto: Nápoles
Celebración del primer puesto del Grupo B en el césped de Da Luz | Foto: Nápoles

Bien es cierto, que en las citas importantes y con todos sus hombres de importancia sobre el césped, el equipo funcionó relegando al Benfica a la segunda posición del grupo. Son sus hombres de relevancia los que más importancia han tenido en este curso europeo, de los jugadores que hay actualmente en la plantilla, ninguno fuera de los "Cuatro Fantásticos" ha anotado en la presente Champions League, con la excepción de Milik (3) que aun habiendo vuelto a las convocatorias, tras su grave lesión de rodilla, se presenta como un mero suplente, al menos en este encuentro de ida.

 Sarri: "Vamos al Bernabéu a jugar nuestro fútbol"

Debió caer como un jarro de agua fría la noticia proveniente del sorteo de octavos de final para el técnico del Nápoles. A 18 de diciembre, el entrenador del conjunto italiano no quería ni hablar de su próximo rival en Champions: "De momento ni siquiera vemos los partidos del Real Madrid". El carismático entrenador natural de la ciudad del equipo que entrena decidió elogiar a su rival hablando de él como "un rival casi prohibitivo" y calificando la cita futbolística como "un partido prestigioso".

No ha sido fácil para los compañeros italianos obtener declaraciones sobre esta eliminatoria desde que se conociese el enfrentamiento. A principios de mes volvió a hablar de los blancos en una línea similar a la mostrada anteriormente: "Es lógico temer al Madrid". Pero en los últimos días y tras el buen momento mostrado por su equipo, que afronta el encuentro como primero de grupo y tras cuatro meses sin perder en Serie A (el último encuentro que el Nápoles perdió en el Calcio fue en el Juventus Stadium, escenario que por otra parte, resulta prácticamente inconquistable), parece que ha variado algo el discurso.

Tras la importante victoria del viernes pasado frente al Genoa, 2-0 en San Paolo, el entrenador con ya solamente el Real Madrid en el horizonte afirmó estar ilusionado con la posibilidad de enfrentarse al campeón de Europa: "Todos queremos saber dónde estamos y si podemos ganarles". También añadió que viajan a Madrid sin ningún complejo y que ello se traducirá en su forma de jugar: "En este momento estamos mental y físicamente bien. Ante el Real Madrid habrá que jugar con mucho descaro".

Gran parte del probable once del equipo napolitano se puede deducir de algunas de las anteriores líneas. En prácticamente todas las posiciones se conocen los integrantes a excepción del rotativo doble pivote. De cara al encuentro de ida la opción más probable es que Sarri opte por músculo y cualidades defensivas de cara a sostener a los cuatro de arriba en un escenario tan complicado como lo es el Bernabéu. De tal manera, es probable que Diawara le gane partida a Jorginho y Allan haga lo propio con Zielinski.

 

Los puntos débiles del equipo de Sarri

Como todo equipo de fútbol, tiene sus puntos flacos el conjunto napolitano. Su mayor fortaleza, es lo que podría convertirse en su mayor debilidad. El poderío ofensivo del Nápoles deja como dato revelador el hecho de que fuera de los cuatro jugadores de arriba, el conjunto napolitano ve puerta con mucha dificultad. 

Sin ir más lejos, cualquier lesión o contratiempo que sacase a Mertens de la ecuación obligaría a Sarri a contar con un Milik que, estando recuperado, está muy lejos de su mejor versión. El mercado navideño tuvo como protagonista a un Manolo Gabbiadini hambriento de protagonismo y minutos. El italiano masticó pacientemente sus suplencias en favor de Gonzalo Higuaín y cuando éste hizo las maletas tuvo que seguir masticando su falta de protagonismo en favor de Milik. Finalmente, tras también ser para Sarri la segunda opción tras Mertens, el delantero decidió salir convirtiéndose en el mejor regalo de navidad para los seguidores de los "Saints". El Southampton ya ha asistido a cómo el ex delantero del Nápoles ha anotado tres goles en tan solo dos apariciones con el conjunto inglés en Premier League. 

Manolo Gabbiadini en el encuentro del pasado fin de semana frente al Sunderland | Foto: Reuters
Manolo Gabbiadini en el encuentro del pasado fin de semana frente al Sunderland | Foto: Reuters

De todos es conocido la calidad que atesora el Real Madrid a lo largo de todo el ancho del medio del campo, ésta podría ser sin duda la clave del encuentro. Está por ver que los acompañantes de Hamšík sean capaces de mantener el equilibrio entre creación y destrucción. Esta circunstancia puede ser, sin duda, la clave de la eliminatoria; que los dos elegidos entre Allan, Jorginho, Zielinski y Diawara puedan contener la calidad madridista mientras son capaces de construir el inicio del ataque napolitano.

Celebración de la undécima Champions League conquistada por el Real Madrid | Foto: UEFA
Celebración de la undécima Champions League conquistada por el Real Madrid | Foto: UEFA

La comparativa con respecto a la experiencia europea de ambos conjuntos resulta insultante en favor de los de Zinedine Zidane, es conocida la importancia de la madurez de los conjuntos a la hora de afrontar este tipo de eliminatorias, lo cual podría ser un factor diferencial en contra del Nápoles. 

La inmadurez del Nápoles va a ser capital, tanto en favor como en beneficio de los italianos. Los conjuntos resucitados de entre los muertos demuestran la intacta ilusión de aquel que no tiene absolutamente nada que perder. Los que son capaces de llegar de la Serie C a unos octavos de final de la Champions con el Santiago Bernabéu como escenario no tienen nada que temer. Los que han sufrido los más duros castigos no vuelven a temer a la autoridad. El Rey que abdicó y luchó con uñas y dientes para volver a ocupar el trono mueve ficha sobre el tablero. Ahora, le toca mover al Rey del fútbol mundial.

El capitán, Hamsik, celebrando un gol al Benfica en San Paolo | Foto: Nápoles
El capitán, Hamsik, celebrando un gol al Benfica en San Paolo | Foto: Nápoles