El técnico francés introdujo en el pasado partido frente al Espanyol seis cambios en el once inicial respecto al encuentro de Champions con el Nápoles italiano. Zidane es consciente de que se encuentra en la fase decisiva de la temporada, con partidos complejos en el horizonte como las dos próximas salidas en Liga, el Madrid visitará Mestalla y se enfrentará al Villarreal, y el partido de vuelta de Liga de Campeones en Nápoles.

Pero esto no es una estrategia improvisada por las circunstancias, Zidane ha estado llevando a cabo una política de rotaciones durante toda la temporada, lo que permite al equipo llegar a las fechas señaladas del calendario de la mejor forma posible. Esta forma de gestionar la temporada no habría tenido éxito de no ser por las grandes aportaciones que están realizando los jugadores que salen del banquillo en cada partido.

Y es que exceptuando a Danilo y a Coentrao, que han tenido más oscuros que claros, todos los jugadores que han ido entrando en el once del técnico francés han tenido excelentes actuaciones. Isco ha brillado con luz propia y cuenta con cinco goles y seis asistencias; Morata, siempre que ha jugado en detrimento de Benzema, ha visto puerta con facilidad  (once dianas), James y Lucas Vázquez cuentan con diez y nueve pases de gol respectivamente, Marco Asensio ha visto puerta en siete ocasiones, y otros jugadores como Nacho, Kovacic o Kiko Casilla, han mantenido el nivel del equipo y en ocasiones han sido determinantes.

Si tomamos como equipo titular del Madrid aquel que todos nos sabemos de memoria: Keylor; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric; Bale, Benzema y Cristiano; suman entre los once titulares 62 goles y 51 asistencias. Sin embargo,  los teóricos suplentes no tiene nada que envidiar ya que constan de 41 dianas y 37 pases de gol, es decir, el 39,9 % de los goles y el 42,1 % de las asistencias. Unas cifras que permiten al Real Madrid estar en una posición prácticamente inmejorable tanto en Liga como en Champions.