Los mirlos del Real Madrid vivieron un disputadísimo encuentro ante el AS Mónaco en lo que se planteaba como una auténtica final para los de José María Gutiérrez. La UEFA Youth League, al ser a partido único, fomenta la intensidad máxima y evita la relajación en los chavales, haciendo de la competición un atractivo único para los aficionados al fútbol.

Sobre el papel los dos contendientes estaban muy igualados. Plantillas prometedoras, pertenecientes a equipos de élite, con jugadores capaces de marcar la diferencia. Los locales partían con la ventaja de jugar en su feudo, aunque conscientes de que 90 minutos contra el Real Madrid son muy largos.

Un penalti y un corner condenan a los blancos

El partido empezó con el Mónaco apretando en los minutos iniciales, aprovechando el factor campo y la velocidad de sus hombres de arriba. Bongiovanni fue uno de los más peligrosos, un mediapunta menudo, con poco cuerpo, que tiene una enorme calidad en sus botas. Los merengues intentaron responder manteniendo el balón y buscando a Sergio Díaz.

Cardona abrió el marcador desde los once metros

Pero el encuentro cambió por completo en el minuto 24, tras un saque de banda. Muyumba, capitán del equipo monegasco, recibió el balón en carrera entrando en por la esquina del área y Seoane, que había ido a intentar tapar el control del futbolista local, chocó levemente con él. El colegiado no dudó y señaló la pena máxima, a pesar de las quejas de los blancos -hoy de morado- por una acción tan dudosa. Cardona, delantero centro del conjunto francés, fue el encargado de abrir el marcador desde los once metros. La eliminatoria y el pase a cuartos se ponía de cara para el Mónaco, que en todo momento supo controlar el ritmo del encuentro.

Los de Guti intentaron reaccionar. Achraf, que se convirtió en el mejor tanto en ataque como en defensa, fue el primero en disparar con un zurdazo que detuvo Badiashile. Valverde, muy activo también, probó al guardameta poco después desde fuera del área que volvió a repeler el portero.

Y tras perdonar estas dos ocasiones, antes del descanso iba a llegar el cero a dos para los franceses. Mbae, que había subido en un córner -generado tras un paradón de Luca Zidane en un mano a mano-, permaneció arriba en la segunda jugada y remató a gol un centro lateral, haciendo inútil el intento de anticipación de Luca.

Los cambios dan su fruto

Guti no dudó en hacer dos cambios al descanso en busca de una reacción más que necesaria. Peeters y Dani Gómez entraron en lugar de Alberto y Óscar, pasando el equipo a una actitud claramente ofensiva. Que el Madrid iba a tener opciones quedó patente nada más arrancar la segunda mitad, con dos claras ocasiones, la mejor en los pies de Dani tras una buena jugada de Achraf en banda. El marroquí prácticamente se instauró como extremo derecho toda la segunda mitad.

Peeters metió al Madrid en el partido con un gran gol

Con el Mónaco más pendiente de parar el arreón visitante que de jugar al fútbol, llegó el peligro sobre la portería de Badiashile. Encerrados con un 4-1-4-1 claro, los monegascos intentaron defenderse y apenas crearon juego. Los cambios le dieron la razón a Guti, pues fue Mink Peeters el que redujo las diferencias rematando a la red un buen pase de Franchu.

Pero la reacción merengue no se quedó en un mero gol. Poco después, un penalti cometido sobre Sergio Díaz fue transformado por el propio paraguayo para empatar el partido y meter aún más el miedo en el cuerpo a los de Mónaco.

Con el empate, los juveniles del Madrid se empezaron a sentir más y más cómodos con el balón. Guti acertó de pleno con los cambios y el equipo mostró una cara muy distinta a la de la primera mitad. Tanto es así que, antes de cumplirse el 75, los merengues habían remontado un 2-0 de manera espectacular... y como visitantes. En esta ocasión fue Dani Gómez, que se aprovechó de un error en la zaga local para culminar una remontada más que histórica para los mirlos del Real Madrid.

Antes del final, todavía hubo tiempo para tres acciones destacadas. Primero, la expulsión de Franchu al lanzarse al suelo para parar una contra del Mónaco y evitar así el empate. Después, la posible sentencia de Peeters en un contragolpe merengue y ya en los instantes finales, un golazo de falta que pilló desprevenido a Luca Zidane para retocar el marcador para los franceses. Un 3-4 que le dio el pase a cuartos al Real Madrid y que permite a Guti seguir soñando con ganar el título.