Pocas tareas a final de temporada serán más difíciles que la de determinar cuál ha sido el jugador número 12 del Real Madrid esta campaña. Ese futbolista capaz de alternar titularidades con suplencias y que cumpla igual de bien en ambas funciones. Por ahora, en la plantilla blanca hay varios nombres encima de la mesa. Lucas Vázquez, Kovacic, Isco, James, y, con los datos como referencia, Álvaro Morata. El canterano quizá sea el que cuente con más papeletas para obtener dicho premio, pero su labor dentro del césped va más allá. 

Con La Liga esfumándose en La Cerámica, el ex delantero de la Juventus anotó el gol más importante de los blancos que coronaba una remontada típica de la escuadra de Zidane. 3 puntos vitales después de ir perdiendo por 2-0  a falta de media hora que multiplican la moral del combinado de Concha Espina y aumentan los registros de un Morata efectivo. Porque eso es lo que tiene el hijo pródigo de Valdebebas, efectividad. Capaz de anotar una diana cada 93 minutos (tan solo Messi le supera en ese aspecto, con un tanto cada 85 minutos), ha otorgado a los suyos ocho puntos vitales, con apariciones tan decisivas como ante el Athletic en el Bernabéu o en Champions contra el Sporting de Lisboa.

Morata celebrando el gol ante el Sporting de Lisboa. Foto: Realmadrid.com
Morata celebrando el gol ante el Sporting de Lisboa. Foto: Realmadrid.com

Está claro que la competitividad que está teniendo con Karim Benzema está ayudando a los dos atacantes merengues a rendir a buen nivel. Eso sí, el galo lo hace a cuenta gotas y ese es su gran déficit. Tan solo ha marcado cinco goles en 1201 minutos, mientras que Morata lleva ocho en 746 minutos. Efectividad pura y dura.

Que al canterano madridista le gusta salir del banquillo y liarla es un hecho, ya que, junto a Iborra y Sarabia, es el suplente más goleador en La Liga (4). Además, desde que forma parte de la primera plantilla blanca (teniendo en cuenta sus apariciones entre los años 2012, 2013 y 2014), el internacional con la Selección Española ha anotado 13 de sus 18 goles en Primera entrando después del pitido inicial.

Contra el Villarreal lo volvió a hacer. Quiere quedarse y lo demuestra con goles. El dilema sobre su titularidad se mantiene en el tejado de Zidane, pero motivos para serlo hay y de sobra.