El carioca, al igual que su club, está manteniendo un estado de forma y juego muy regular. Zinedine Zidane le ha dado galones, y el centrocampista está respondiendo, como el mejor sabe: recuperando y haciendo jugar a los suyos. Son varias las etapas vividas por el brasileño, comenzando en el Sao Paulo, pasando por el Real Madrid Castilla y el Oporto, para volver más tarde al primer equipo blanco.

De Sao Paulo a Madrid

Su primer año en Europa lo pasó en calidad de cedido, en el Real Madrid Castilla. Allá por el año 2013, cuando militaba en el Sao Paulo brasileño, lo consideraron conflictivo, pero desde Madrid apostaron por él, y le dieron un voto de confianza. Se percataron de sus corpulencia y capacidad recuperada, y fueron persuadidos por tales dotes. Sus inicios en la capital madrileña no fueron fáciles y su llegada al primer equipo, no ha sido un camino de rosas. En el Castilla, acostumbraba a jugar en posiciones más adelantadas, llegando a actuar de enganche, por detrás del ariete, pero con el tiempo fue retrasando su posición. Como cualquier canterano merengue, soñaba con debutar en el Bernabeu, y de hecho, lo hizo, pero no dispuso de los minutos necesarios, y tuvo que buscarlos en Portugal.

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Bucando minutos en Portugal

Su adaptación al Oporto fue inminente, partiendo del idioma, más que conocido por él y continuando por el estilo de juego de La Liga portuguesa. A todo ello, se le sumaba Julen Lopetegui, un técnico que apuesta por la juventud y confió en él, en todo momento. Con el dorsal número 6 a la espalda, el sudamericano, actuó de pivote y de manera paulatina, se fue afianzando en dicho puesto. Tan bueno fue el rendimiento brindado en tierras lusas, que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, lo recompró por una cantidad cercana a los siete millones.

Fuente: Periodista Digital
Fuente: Periodista Digital

Vuelta al Madrid

Casemiro estaba de vuelta, y tenía una papeleta compleja por delante; debía ser el mariscal del todopoderoso Real Madrid. Para sorpresa de muchos y ante todo pronóstico, se hizo con un sitio en el once, y lo hizo con creces, dando así un paso al frente.

Uno de los mayores artífices de la mejora de Casemiro, ha sido y es, su entrenador actual, Zinedine Zidane. Claro está, que el propio jugador es el mayor culpable de su gran estado deportivo, pero el apoyo y ayuda del míster, le han sido de gran ayuda. El técnico galo, apostó desde el primer momento por él, y le está devolviendo esa confianza con trabajo, esfuerzo y entrega. Otro factor que ha mejorado el nivel futbolístico del brasileño, ha sido la posición. En Portugal comenzó ha jugar de pivote con mucha frecuencia, y hoy por hoy, es donde más cómodo se le ve. En el Madrid siguieron su progresión y es evidente que donde mejor rinde es como último hombre de la medular. Por momentos parece un central más, dado que tiende a apoyar a los zagueros. Esa es una de sus mayores tendencias, el apoyo defensivo, y a su vez, una de sus mayores virtudes. Como buen pivote, colabora en labores defensivas, y eso es digno de agradecer por parte de sus compañeros. 
Pero sus cualidades no se quedan ahí, el carioca sabe tocarla y si hace falta se suma al ataque. Nada más recuperar el esférico, o bien abre el balón a banda, o combina con sus compañeros de trivote: Toni Kroos y Luka Modric.

En conclusión, Casemiro ha dado un paso al frente que lo ha convertido, en ese jugador esencial y necesario, en cada conjunto, que hace jugar y le da claridad al juego de los suyos.

 

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Joseba Ormazabal Fernández
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