Cuando Cristiano ruge, su equipo también. El jugador del Real Madrid realizó un auténtico partidazo ante Hungría, anotando dos goles y ofreciendo siempre una opción ofensiva en el ataque para los suyos. El astro portugués partió, como de costumbre, en el costado izquierdo, pero con el paso de los minutos, fue centrando su posición poco a poco y así llegó su primer gol. Balón largo de Joao Mario para André Silva que, con la espuela, le deja el esférico en la frontal del área al de Madeira. Peligro. Zurdazo y gol. Había comenzado su recital.

Porque Ronaldo estuvo activo. Pidiendo la pelota entre líneas y girándose constantemente para combinar con su compañero en la dupla de arriba. Parece que por fin Portugal ha encontrado su socio idóneo y es curioso que sea justo después de la consecución de la primera Eurocopa de su historia. Cosas del fútbol.

Ya en la segunda parte, y con el partido resuelto, CR7 se sacaría de la manga otro zapatazo para el mal recuerdo del portero húngaro. Falta diagonal que cualquiera preferiría centrar antes que golpear, pero no cuando se trata de el "Bicho" por excelencia. Cinco pasos, suspiro, carrera y tiro. El desenlace ya estaba escrito. 

Cristiano se divirtió y lo hizo como más le gusta, marcando. Es el primer y único jugador en marcar de penalti, de cabeza, con la izquierda, con la derecha y desde fuera del área en la clasificación al mundial de Rusia 2018. Una auténtica bestia.

El otro madridista titular de la selección portuguesa, Pepe, también tuvo una actuación destacada, jugando los 90 minutos y recordando por qué siempre que juega los hace a las mil maravillas. Su continuidad en el Madrid está muy complicada, ya que termina contrato esta temporada y no hay intención de renovarle, pero nunca se sabe. Veremos.