A Cristiano le ha venido bien el parón de selecciones. El delantero del Real Madrid asumió rol protagonista con Portugal, y ha conseguido anotar tres dianas en dos partidos para recobrar su confianza de cara a una temporada que no está siendo la mejor en cuanto a registros goleadores respecta. La edad empieza a hacerse notar, pero parece que CR7 se resiste a bajar su nivel.

Y es que llega el momento más importante del curso, los meses en los que se decide el resultado final, y los partidos donde los "cracks" verdaderos deben y tienen que dar la talla. Para Ronaldo eso no es un problema. Está acostumbrado y lleva más de diez años confirmándolo. No obstante, su aportación durante esta campaña no está siendo tan excelsa como las anteriores, y quizá algunos hayan empezado a dudar de su liderazgo dentro de la cancha.

Pero eso no es problema para el de Madeira. Porque siempre sabe que su momento (que ya ha tenido muchos) llegará tarde o temprano, y todo apunta a que lo hará a partir de ahora. Después de los dos grandes encuentros que ha firmado con su selección, marcando un doblete espectacular ante Hungría, e inaugurando el marcador en el amistoso homenaje a su tierra natal, Funchal, el capitán del combinado luso ha recuperado unas sensaciones que han multiplicado sus sensaciones, y que han renacido una figura que no estaba destacando en su fútbol, la finura.

Activo, con hambre, participativo, eficaz, y muy ambicioso. Cristiano regresa a Valdebebas en su mejor momento de la temporada. Notición para Zidane y para los madridistas, ya que con el mes de abril que les espera (duelos de Liga contra Atlético de Madrid y Barcelona, y eliminatoria de Champions frente al Bayern Munich), recuperar al recientemente nombrado mejor jugador del planeta, es un alivio. El "Bicho" sigue vivo.