Un 1-2 en un escenario tan complicado como el Allianz Arena y ante un rival tan poderoso como el Bayern de Munich es un fantástico resultado de cara a un partido de vuelta, pero si gozas de las oportunidades suficientes para obtener una ventaja de dos o más goles, quizás el resultado se quede algo corto.

El Real Madrid pudo llevarse de Munich un 1-3 o un 1-4, pero Neuer decidió hacer varios milagros y los de Zidane se marcharon a Madrid con una ventaja de un gol, nada despreciable por otro lado. La primera parte fue para los alemanes, pero en la segunda el Madrid despertó incluso antes de estar con un jugador más en el campo por la expulsión de Javi Martínez. 

Atascado en la primera mitad

La primera parte del Real Madrid en Munich no fue buena. El Bayern dispuso de más posesión de balón y dominó más el juego en general. Pese a ello, no logró generar demasiadas situaciones de peligro. Zidane repitió el planteamiento táctico que viene usando en los últimos partidos, con un 4-3-3 en ataque y un 4-4-2 en defensa

Ataque

Defensa

Con balón, el Real Madrid presentó su sistema habitual. El 4-3-3 con la BBC en la punta de la lanza no funcionó en la primera mitad, en gran parte debido a una delantera muy aislada de las jugadas y a un centro del campo en el que solo Kroos dio la talla en la elaboración del juego. Casemiro estuvo a un buen nivel, pero su función no es la de organizador; Modric sigue sin encontrar su rendimiento óptimo. 

En defensa, el gran sacrificado fue Gareth Bale. El galés fue el que más retrocedió su posición sin balón y defendió en ocasiones muy cerca de Dani Carvajal. Ronaldo y Benzema apenas trabajaron en defensa y en muchas jugadas fue Modric quien subió a presionar la salida de balón del Bayern.

La segunda parte se tiñó de blanco

La versión que mostró el Real Madrid en la segunda mitad fue muy diferente a la de la primera. Benzema bajó más a recibir y el equipo ganó profundidad, por lo que los de Zidane adelantaron la posición de sus posesiones e hicieron valer las incorporaciones de sus laterales. Carvajal y Marcelo fueron dos importantes activos en el ataque blanco y, sobre todo a partir de la expulsión de Javi Martínez, produjeron directa e indirectamente la mayor parte de las ocasiones de peligro del Real Madrid.

Tras quedarse con un jugador más sobre el campo, los de Zidane dejaron atacar y salir de la cueva al Bayern, pero solo 10 minutos después, el Madrid ya dominaba la posesión y las ocasiones. La entrada de Marco Asensio le dio al equipo una clarividencia que no tuvo en la primera parte, y de hecho fue el mallorquín quien asistió a Ronaldo en el 1-2.

Los otros dos cambios se produjeron ya con el resultado definitivo en el marcador. James Rodríguez y Mateo Kovacic ingresaron en el campo en sustitución de Benzema y Modric para aportar algo de solidez defensiva y frescura para asegurar el resultado.

Una vez más, un irregular Real Madrid salvó los muebles con una reacción en la segunda mitad. La delantera blanca tiró de pegada y solo Neuer evitó la goleada. También un vez más, Cristiano Ronaldo pasó desapercibido durante el partido, pero fue el jugador deicisivo. Es lo que tienen los mejores.