Con un decepcionante e inesperado 0-0 en el Camp Nou, en la vuelta de los cuartos de final de Champions, el Barcelona dice adiós a una competición en la que realizó, hace poco más de un mes, una gesta histórica y un milagro imborrable ante el PSG de Unai Emery, tras remontar un resultado casi imposible de remontar: un 4-0. El 8 de marzo, el equipo culé escribió una de las páginas más bellas y maravillosas del fútbol. Le endosó al conjunto parisino un doloroso 6-1 y consiguió acceder a la siguiente ronda. Una noche apasionante. La ciudad de Barcelona vibró como nunca. Todos daban por muerto al equipo azulgrana.

Pocos pensarían que esta Champions se le podía escapar de las manos. Y así ha sido. El Barça celebró el pasado martes santo su particular Día de la Marmota. Otro horroroso partido fuera de casa en Champions. Una copia del partido de París en el día de los enamorados. Sin intensidad, nula efectividad, marcajes horrorosos, sin coraje, sin presión y sin ganas. Un Barça apático se encomendaba de nuevo a una histórica remontada, pero esta vez lo pagó caro. Agotaron los milagros contra el PSG.

El Barça no ha conseguido anotar ni un solo gol en la eliminatoria. Ni en el partido del miércoles, en la que tenían que anotar "cinco goles", según apuntó Luis Enrique. Un desaparecido Suárez. Un Neymar lleno de energía y atrevimiento, pero sin puntería. Y un Messi que falló ocasiones que nunca suele fallar puso la eliminatoria cuesta arriba para el equipo culé. La ´BBC´ italiana formada por el incombustible Buffon, la garra de Bonucci y la experiencia de Chiellini, consiguió secar a la mejor delantera del mundo. La ´joya´ Dybala no perdonó en la ida, con dos goles procedentes de su preciosa zurda y un tanto de cabeza de Chiellini, fueron suficientes para hundir al Barcelona y dejar la eliminatoria sentenciada. El aficionado al fútbol se queda sin poder contarle a sus nietos otra gesta del fútbol.

Iniesta: "Iremos al Bernabéu a ganar, como lo hacemos siempre”

El sueño del triplete se esfuma. Con la final de la Copa del Rey en el horizonte, programada para el 27 de mayo. El Barça pondrá toda la carne en el asador por dar un golpe a la liga y volver a tener serias opciones de obtener el título. Y todo pasa por ganar en el Bernabéu el próximo domingo 23 a las 20:45 horas. Todo lo que no sea una victoria azulgrana dejaría la liga casi finiquitada. El Madrid llega de forma diferente. Con confianza tras eliminar al Bayern en Champions y con ganas de regalar a la afición tres puntos que pueden saber perfectamente al título, a falta de 5 jornadas por disputarse (6 para el Real Madrid). El capitán del Barça, Andrés Iniesta, dice que no hay que bajar los brazos y considera clave este Clásico: “Quedar eliminados es un momento difícil para nosotros, pero a partir de mañana hay que cambiar. La Liga es otra competición y optar a ella prácticamente pasa por ganar en el Bernabéu. Iremos al Bernabéu a ganar, como lo hacemos siempre”.

​Maravillosa la actitud de la afición del Camp Nou después del partido

A pesar de la eliminación, los aficionados culés, dolidos y desanimados tras un nuevo tropiezo europeo en cuartos, con los ojos vidriosos y las manos calientes de aplaudir, no dejaron de apoyar al equipo, olvidando los molestos y totalmente prescindibles pitos, apoyando al equipo hasta el final. No hay mejor inyección de moral. Los jugadores lo saben y quieren brindarle una victoria en el Clásico a su afición.

​Dudas de Bale y Neymar

Bale ha vuelto a entrenar con normalidad, tras lesionarse en la ida de cuartos ante el Bayern. Zidane tendrá que elegir entre el galés, Isco y Asensio, quien se salió el pasado martes metiendo un golazo que enamoró al estadio entero. Por el lado azulgrana, lo más seguro es que finalmente Neymar no juegue el partido, aunque el Barça intenta por todos los medios posibles que pueda participar en este decisivo duelo, tras presentar un recurso ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).