El técnico francés tenía prácticamente segura su alineación, la única duda que se planteaba era si Bale, recién recuperado, iba a ser titular o si le iba a dar la oportunidad a Asensio o Isco que venían haciendo buenos partidos y parecían haberse ganado la oportunidad de ser inicialistas en un partido tan importante como el clásico.

No fue así. 'Zizou' optó por el galés, el cual pudo haber sido su primer error de la noche. Gareth Bale comenzó en una posición algo inusual paro lo que se le ha visto durante su tiempo en el Real Madrid, como un mediocampista izquierdo, ayudando en defensa lo que más podía, pero como viene siendo costumbre en sus últimos partidos, dejando de lado su fase ofensiva, la cual es la característica más importante de él. Su presencia como titular iba a tener una relevancia aún más grande más adelante en el partido.

XI iniciales y el cambio en la posición de Bale. Fuente: Lapizarradelmister.es
XI iniciales y el cambio en la posición de Bale. Fuente: Lapizarradelmister.es

Por otro lado, se sabía de un duelo clave en el campo, Casemiro – Messi. El brasileño ha logrado exitosamente en encuentros pasados anular al argentino, acechándole como su propia sombra, referenciándolo siempre, aun cuando Lionel no tenía el balón, pero en esta ocasión no lo hizo. Se vio en más de una oportunidad al jugador merengue lejos de la posición de Messi, persiguiendo el balón que los centrocampistas de Barcelona saben manejar bien en ese sector del campo en vez de estar cuidando a los posibles receptores.

Debido a esto, Casemiro incurrió en varias faltas producto de su mal timing al momento de cortar pases o recuperar balones. Una posible expulsión del brasileño no estuvo para nada lejos y su primer tiempo fue muy desacertado. Sus movimientos hicieron que el orden de la defensa se desordenara. Comenzaron a dejar a jugadores del Barcelona sueltos, lo cual siempre es un error. Los azulganas superaban numéricamente en varias ocasiones a los merengues, aunque aún no llegaban con peligro al arco de Keylor, quien sería especial en el partido por sus paradas en el segundo tiempo.

Ya en la fase ofensiva, el Madrid propuso nuevamente que sus espadas más afiladas fueran sus laterales. En momentos del partido se adelantaban tanto que la defensa atrás quedaba formada por Toni, Ramos, Nacho y Modric, con Casemiro solo unos metros adelante. De esta manera, el equipo de Zidane comenzó a atacar y a aproximarse al área rival, sin tener que dar muchos pases ni con mucha posesión del balón. Sus ataque no estuvieron mal, pero fallaron en la definición.

Los laterales más insicivos. Fuente: Lapizzaradelmister.es
Los laterales más incisivos. Fuente: Lapizzaradelmister.es

En el primer gol del Madrid, tras un tiro de esquina despejado, Marcelo toma el rebote y asiste a Ramos, que patea, pero el balón se estrella con el palo y Casemiro finalmente lo caza y empuja al fondo del arco de Ter Stegen. Jugada de pelota detenida, uno de los fuertes del Real en esta temporada sin lugar a dudas.

Pero con el empate del Barça se verían evidentes los errores del Madrid. Rakitic con el balón y arrastrando marcas, asistió a un Messi que estaba completamente solo, sin ningún jugador blanco sobre él, entró al área de Navas y pateó cómodo. El desorden se mantuvo, las líneas del Madrid estaban muy separadas y la defensa estaba muy atrasada en el campo.

Y es allí cuando la presencia de Bale impacta en el partido, pero de manera negativa. En el minuto 38 tuvo que salir del campo por lesión, esto obligó a Zidane a tener que usar uno de sus cambios muy temprano y era algo que pudo haber evitado. En su reemplazo ingresó Asensio. En esa perspectiva finalizó la primera parte.

Ya en el segundo tiempo el tono no cambió mucho. El Madrid salió con una idea un poco más intensa y ofensiva, líneas algo más adelantadas y consiguiendo varias oportunidades de gol que hicieron de Ter Stegen una de las figuras del partido. Pero alrededor de los diez minutos de juego, volvieron a retrasarse y el Barcelona encontró de nuevo los mismos espacios que en la primera parte y sus mediocampistas se movían con soltura nuevamente.

Con el ingreso de Asensio, el Madrid no mucho cambió posicionalmente, Marcelo y Carvajal seguían como dos centrocampistas más y Marco se movía mucho entre izquierda y derecha, Cristiano estaba más como centro delantero que Benzema, que se paraba un poco más atrás, pero se turnaban en la punta.

El equipo con el ingreso de Asensio. Fuente: Lapizarradelmister.es
El equipo con el ingreso de Asensio. Fuente: Lapizarradelmister.es

Después de una presentación lejos de brillante de Casemiro, el brasileño salió del campo, para evitar que lo expulsaran ya que estuvo en la cornisa un buen tiempo, e ingresó Kovacic en el minuto 69. Solo dos minutos después el Barcelona se adelanta en el marcador, a través de un remate de fuera del área de Rakitic que puedo ejecutar con comodidad ya que, nuevamente, no había ningún jugador merengue marcándolo, que en este caso debió ser Kroos.

Poco tiempo después, Sergio Ramos fue expulsado por una falta sobre Messi que dejó dudas, pero que complicó más las cosas para el Madrid. Tuvieron que improvisar de la nada una defensa nunca antes vista: Marcelo, Kroos, Kovacic, Nacho y Carvajal. Dos de los mediocampistas tuvieron que juntarse para suplir la ausencia del capitán que ya estaba en los vestuarios.

La defensa improvisada del Madrid tras la expulsión de Ramos. Fuente: Lapizarradelmister.er
La defensa improvisada del Madrid tras la expulsión de Ramos. Fuente: Lapizarradelmister.er

Con los ánimos por el suelo y con más ímpetu que táctica, el Madrid siguió atacando. James Rodríguez que ingresó en reemplazo de Benzema marcó el empate tras solo cuatro minutos en el campo, en una jugada colectiva iniciada por él mismo. James colaboró con Kroos, quien pasó a Marcelo y el brasileño envió un centro al área en donde el colombiano apareció, después de nunca dejar de seguir la jugada a pesar de que Busquets lo siguiese. Probablemente de las pocas jugadas colectivas que hizo el Madrid y de las cuales pudo haber hecho mayor uso.

Justo cuando parecía que el empate 2-2 iba a ser el resultado final, el Barcelona volvió a aprovechar la desorganizada e improvisada defensa del Madrid que no pudo retroceder bien en un ataque azulgrana. Sergi Roberto avanzó sin problemas hacia el campo del Madrid, con Marcelo cerca, pero sin presionarlo, pasó a Andre Gómes que estaba sin marca, asistió a Jordi Alba que estaba solo y centró para Messi que ingresó al área sin problema, para así dar la estocada final y ganar 2-3.

El Madrid fue víctima de decisiones erradas de principio, de no saber manejar al rival por parte de algunos jugadores, de la falta de colectividad, de la improvisación y de los problemas de definición. Se complica para ellos un camino que estaba algo despejado, pero en el que siguen dependiendo de solo ellos; ahora deben ordenar su desorden y seguir adelante.

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Sobre el autor
Laura Barrera
Estudiante de Periodismo Deportivo, seguidora del Real Madrid y Atlético Nacional. Entre Argentina y Colombia