El Real Madrid ha publicado en su web un comunicado oficial de los que no están acostumbrados a ver los aficionados madridistas. Al menos, la "inmensa mayoría de socios y abonados cuyo comportamiento es intachable". La cuestión es bastante seria y tras la disputa del clásico han saltado todas las alarmas en la entidad presidida por Florentino Pérez. 

Según explica la web blanca, el servicio de control y calidad del club ha colaborado con las fuerzas de seguridad del estado para "proceder a retirar un total de 357 abonos, tras haberse detectado un uso irregular de los mismos, que van a ser remitidos a la comisión de disciplina social como órgano competente para la apertura de los correspondientes expedientes". Esto podría suponer incluso la expulsión de los propietarios de esos abonos como socios del Real Madrid.

Pero esto no es algo de ahora, pues el club lleva trabajando seriamente para acabar con una práctica ilegal que ya les ha costado a 1.450 personas la apertura de un expediente de expulsión tras detectarse una reventa de sus abonos a otros aficionados. Como es lógico, la entidad ha querido especificar claramente en su comunicado que "está expresamente prohibido, sin autorización del club, la venta del abono, su cesión no gratuita, su subasta o su uso para fines comerciales". Además, le recuerda al socio titular de dicho abono que tiene que responsabilizarse del buen uso que hace del mismo, siguiendo siempre las normas de acceso al Santiago Bernabéu, también escritas en el propio documento del abonado. 

La reventa es uno de los problemas que más se ve últimamente en las inmediaciones de los estadios de fútbol, donde los aficionados consiguen una entrada para después venderla a un precio mucho más alto y así poder beneficiarse. El club madridista tampoco ha querido generalizar sobre la realización de esta práctica con los abonos y ha manifestado su confianza en la mayor parte de aficionados blancos que respetan las reglas, actuando como es debido.