“Un chaval que entra en el Real Madrid con diez años jamás podría pensar en las cosas que me están pasando ahora. Mis padres me decían que aprovechara cada entrenamiento y cada partido. Que eran cosas únicas que pocos chavales pueden disfrutar, y he tenido la suerte de vivir este sueño”, declaró el canterano blanco.

El central merengue reconoció que la única vez que ha llorado sobre un terreno de juego, fue tras ganar la Undécima, ya que además coincidió con el nacimiento de su segundo hijo: “Al ganar la Undécima creo que es la única vez que he llorado en el fútbol, por toda la tensión que tenía dentro del cuerpo. El día empezó de la mejor manera posible, con Nachito, y en el desayuno todos me dieron la enhorabuena. Luego acabó mejor todavía. Recuerdo que cuando marcó Cristiano el último penalti, todos se fueron a celebrarlo y yo me quedé en la línea de fondo dando gracias porque todo había salido perfecto. La alegría fue brutal”.

"El único día que llorado sobre el césped fue el de la Undécima"

Nacho recordó con emoción su debut con el primer equipo, de la mano de José Mourinho: “Me llamó Mourinho y me dijo que el fin de semana iba a jugar de titular. No me lo creía. Toda la semana tuve una tensión… Encima fue en Mestalla, en un partido espectacular. Recuerdo ese día como uno de  los mejores. Encima ganamos con un gran resultado. Hicimos un partidazo y me salió un encuentro redondo”.

Sobre la relación entre su profesión y su diabetes, el defensa del Real Madrid admitió que en la actualidad lo lleva muy bien. Además reconoció practicar muchos deportes: “Tenía 12 años, llevaba dos en la cantera, y cuando me lo diagnosticaron fue uno de los peores días de mi vida. Primero me dijeron que me tenía que olvidar del fútbol, pero luego el especialista me explicó que el fútbol era obligatorio. Después de tantos años para mí es algo totalmente normal. Es una enfermedad que no me priva de nada y me cuido mucho más. Puedes hacer de todo, aparte del fútbol montó en bicicleta, corro, hago duatlón… Me gusta todo”.

El madridista recordó el ascenso a Segunda División con el castilla, en una sensación que el central merengue querría volver a tener: “Subir al Castilla es especial. Llegas a un equipo de élite, sólo un escalón por debajo del primer equipo. Fue uno de mis mejores años en el Real Madrid. Salía todo tan bien que sabíamos que íbamos a ascender, fue un año espectacular. Me gustaría volver a vivirlo”.

Por último, Nacho comentó su carácter familiar, argumentando que le gusta la tranquilidad que da el cine, la lectura, etc: “Soy hogareño y familiar. Me gusta la tranquilidad, ir al cine, a cenar, y las novelas históricas. Sobre todo de Roma. Me gustan mucho esas batallas que luego te motivan para jugar partidos de alto nivel. También tengo suerte de estar rodeado de gente humilde, tanto mis amigos como mi familia, y eso es importante en la vida”.