La cabeza no solo sirve para pensar. También es más que útil para rematar de cabeza. Esta premisa parece que la tienen bien clara en el vestuario del Real Madrid, pues este año, los blancos ya llevan 25 testarazos a la red en La Liga, algo que no conseguía nadie desde la temporada 1996/97, con el Betis como protagonista. Morata, Ramos, Bale, Benzema, Ronaldo, Varane. Muchos han sido los futbolistas claves en esta consecución del conjunto merengue, pero está claro que nada de esto habría sido posible, si por los carriles no existieran dos de los mejores laterales y centradores del mundo: Marcelo y Carvajal.

Tanto el brasileño como el español, han adquirido un peso mayor esta campaña, sobre todo en estos últimos meses. Ante un juego un poco plano y primitivo de los de Concha Espina, el factor diferencial que proporcionan estos jugadores por las bandas, es vital para llegar a área contraria. Y si no que se lo pregunten a Cristiano Ronaldo, que es abastecido partido sí y partido también, por unos futbolistas que ya no cumplen como tal, sino que también marcan y deciden encuentros (Marcelo anotó el gol ganador contra el Valencia).

Zidane está de enhorabuena y sabe que gran parte de su éxito como entrenador, se debe al poder aéreo que ofrecen los suyos en ambas áreas. Porque el Real Madrid, dentro del campeonato nacional, no ha encajado ni un solo gol en saques de esquina, algo que se debe, principalmente, al potencial de estos futbolistas cuando el balón está en el aire. Hasta ellos mismos se cambian las tornas. Porque cuando CR7 no está bien, aparece Sergio Ramos y resuelve. Y si por algún casual, el camero no logra la machada, Bale, Benzema e incluso Morata, tienen la capacidad para hacerlo.

Cuesta definir el estilo actual de la escuadra blanca (más cuando se trata del "Plan A"). Pero lo que sí les caracteriza, y a la perfección, es su impresionante juego aéreo. Aviones por el Bernabéu.