El 24 de mayo de 2014, el Real Madrid, de la mano de Carlo Ancelotti, llegó a una final después de más de diez años y debía enfrentarse al Atlético de Madrid en Lisboa en el partido definitorio. El primero en marcar fue el equipo “colchonero”, tras una serie de rebotes después de un tiro de esquina, Godín marcó de cabezazo ante una mala salida de Iker Casillas.

Tras intentar de igualar el marcador durante todo el partido, teniendo diferentes oportunidades a lo largo del segundo tiempo, pero tuvieron que esperar al último respiro, ya que durante el minuto 93 el Madrid tuvo aquel recordado tiro de esquina cobrado por Luka Modric y que Sergio Ramos cabeceó de manera heroica para marcar el 1-1 y obligar la prórroga.

Ya en el tiempo extra, el Real Madrid se mostró mucho más fuerte y terminó ganando el partido 4-1 con goles de Gareth Bale, Marcelo y Cristiano Ronaldo. Con esa victoria el conjunto blanco consiguió su décima Copa de Europa, doce años después de la final en Glasgow contra el Bayer Leverkusen en la que Zinedine Zidane marcó el 2-1 definitorio con la recordada volea de fuera del área. Con esa décima Champions, el Madrid se reafirmó como el equipo más ganador de Europa, ya que el club que le sigue en títulos de Copa de Europa es el Milan, con siete.

Hoy, tres años después de esa final en Lisboa, el Real Madrid tendrá la oportunidad de ganar una Champions más, en este caso, “La Duodécima”, aún con gran parte de los jugadores que revirtieron el resultado desfavorable en 2014 y con Zinedine Zidane en el banquillo como entrenador. El equipo vuelve a los entrenamientos tras la celebración por la liga número 33 y ponen los ojos fijos en Cardiff el próximo sábado 3 de junio, cuando deberán enfrentarse a la Juventus de Allegri, Buffon, Dybala e Higuaín, campeones de la Serie A y la Copa de Italia.