Zinedine Zidane es ese entrenador que cualquier equipo querría para ocupar su banquillo. Un hombre tranquilo y cauto con la prensa y que a su vez ha sido capaz de crear un grupo humano en el vestuario del Real Madrid.

El hombre de la sonrisa eterna quiere revalidar el título de campeón de Europa ante un equipo que busca resarcirse de la final de Ámsterdam en la que los blancos lograron la séptima tras 32 años de sequía europea. Para ello, el técnico francés no ha dejado a ninguna de sus joyas en la capital de España y ha viajado a Cardiff con su majestuosa plantilla incluyendo a los que recientemente han salido de la enfermería y a los que previsiblemente abandonarán el barco después de la final.

Etapa como jugador

En su etapa como jugador nadie puso en duda su calidad dentro del campo y a su vez fue capaz de hacerse querer por cualquier buen aficionado al fútbol. Hoy, como entrenador del Real Madrid, ha conseguido liderar un grupo de jugadores y ha logrado inyectarles el optimismo y la calidad que él desprende. Nadie duda de la plantilla que ha creado y de su buen hacer durante toda la temporada.

Etapa como entrenador

Tampoco hay nadie capaz de cuestionar la plantilla que ha creado y su buen hacer durante toda la temporada. Ha dosificado a todos los jugadores y a excepción de Dani Carvajal o Gareth Bale, todos llegan a Cardiff con un estado de forma digno de los meses de febrero o marzo, donde normalmente los jugadores alcanzan la plenitud de la temporada. A esto hay que añadir que a Zidane la suerte le acompaña. Desde que es técnico del primer equipo el francés ha ganado cuatro títulos (Champions, Supercopa de Europa, Mundial de Clubes y Liga española) en algo menos de un año y medio.

En la rueda de prensa previa al viaje a Cardiff, el técnico ha declarado que "este año Madrid y Juve han sido los dos mejores equipos, por eso estamos aquí. Va a ser un partido muy bonito". Además de bonito, el técnico podría añadir que será especial, ya que se enfrenta con el equipo que ganó la séptima al equipo en el que militaba cuando todavía era jugador.

Zidane y el destino

El destino quiso que Zidane pudiera resarcirse de la derrota en Ámsterdam contra el Madrid y años más tarde consiguió el gol que le dio al equipo blanco la novena Champions. Ahora, 19 años después Zidane vuelve a encontrarse con su ex equipo, esta vez ocupando el banquillo de un club que no se cansa de sumar y cuya ambición también ha llegado al interior de un hombre que llegó al banquillo del Real Madrid sin apenas hacer ruido y ha conseguido que su lista de récords sea casi tan grande como la sala de trofeos del club que entrena.