Rotar a la plantilla. Bendito tabú. Asegurar tu once de gala cada jornada o cambiar de futbolistas para lograr una mayor aptitud física. Dilemas como este son los que tienen todos, absolutamente todos los entrenadores del mundo. Y muchas veces depende la decisión tomada de cara a lograr los objetivos a final de temporada. Ancelotti lo sabe. El técnico italiano firmó cuatro meses espectaculares en su segundo año en el Real Madrid, pero debido a que apenas utilizaba a 13 o 14 futbolistas, terminó deambulando junto a todo su equipo en un final de año para el olvido.
Kroos exhausto. Cristiano sin frescura. Y Gareth Bale y Karim Benzema caminando por los terrenos de juego. No existe deportista capaz de aguantar el ritmo durante 60 partidos. Por ello, sí, quizá lo mejor sea rotar. Quizá lo mejor sea no asegurar a tu mejor futbolista su presencia en el campo el próximo sábado, pero sí saber que llegará al 100 % en mayo. Quizá lo mejor sea mantener al grupo contento porque sabe que el momento de cada uno llegará. Quizá, en un equipo grande con piezas tan exquisitas en cada zona, lo mejor es rotar.
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Porque así lo ha demostrado Zinedine Zidane este curso. Desde que comenzó la temporada, y con la acumulación constante de partidos para los blancos, no han habido unos titulares fijos en toda la campaña. Es cierto que, más o menos, el actual once de gala es el que se vio en la final de Cardiff (a expensas de lo que pase con el duelo Isco-Bale). Pero, de resto, muchos cambios. Demasiados incluso. O eso era lo que al menos se pensaba.
Y es que, con el Madrid jugándose su 33ª Liga después de cinco años viviendo en el segundo lugar de la tabla, nadie se podía esperar que el francés cambiara nueve jugadores de un día para otro. Pero no una vez, sino varias. Morata, Asensio, Lucas, Kovacic, Danilo, Casilla, James y alguno más. Zidane confía en su plantilla y no le tiembla el pulso en colocar a su "segundo escuadrón" en Riazor o en Butarque o donde haga falta.
Y le ha salido bien. Los resultados le acompañan. 1-6 ante el Depor, 2-4 frente al Leganés, 2-3 contra el Sporting, 0-4 ante el Granda. Si es que el "Real Madrid B" ha terminado por vapulear a todo aquel que se le ha puesto delante. Pero no porque sean extremadamente buenos, que también, sino porque sabían que una victoria holgada y dominante les abría las puertas para la próxima semana. Y así todo el año. Así es cómo Lucas Vázquez se ha convertido en el jugador de la primera plantilla con más partidos (50), y Álvaro Morata ha anotado más goles (20) que el "delantero titular" para Zidane: Karim Benzema.
Es tal la importancia de toda la plantilla para "Zizou", que ningún jugador de campo (salvo Coentrao y Mariano), baja de los 1000 minutos en Liga este curso. Es una auténtica barbaridad. Para hacer una idea, ni Paco Alcácer, ni Canales, ni "Pepe" Rossi, ni Alvaro Medrán llegan a esa cifra. Futbolistas con "nombre" en cada uno de sus equipos que no superaron dicho número.
Por ello, en el Real Madrid no impresiona ver a Nacho como el quinto futbolista en cuanto minutos esta campaña en el campeonato liguero. El canterano, que parte cada verano como el cuarto central del conjunto blanco, ha jugado durante estos meses partidos tan importantes como ante el FC Barcelona en liga, o contra el Bayern Munich en la Champions League. Y rindiendo como uno de los mejores centrales del mundo.
Cuatro títulos ha logrado el cuadro de Concha Espina esta temporada. Supercopa de Europa, Mundialito de Clubes, Champions y Liga. A este paso, va a pulverizar la época dorada del Madrid a finales de siglo o la era de Di Stefano. Y todo, gracias, a una plantilla amplísima que destaca por su saber estar y su aportación como conjunto, no como piezas individuales. Ya lo decía Florentino Pérez: "Desde que entré a este club en el año 2000, jamás había visto un equipo tan unido como este". Cómo no van a estar unidos, si lo tienen todo de cara para hacer historia.