Keylor Navas se está ejercitando en Los Ángeles junto a Kiko Casilla, Rubén Yáñez y Luca Zidane para estar afinados para la próxima temporada. El tico fue protagonista en la consecución de la Liga y la Champions League, ya que llegó a la recta final en su máximo nivel. A pesar de estar en duda y cuestionada su continuidad, finalmente, Zidane ha optado por creer en él y depositar su confianza en el guardameta para seguir siendo el dueño de la portería blanca.

El portero blanco no arrancó en buena forma la anterior temporada debido a que en el verano de 2016 no tuvo tiempo de preparación tras tener que recuperarse de una operación de tendinopatía. Su rendimiento bajo y con ello, sus números: de encajar 0,68 goles en la temporada 2015/16 a 1,21 en esta última. Se barajó la posibilidad de fichar a otro portero debido a fallos estrepitosos como el autogol ante el Betis, su mala colocación ante el Sevilla en el gol de Jovetic o un mal despeje ante el Dortmund que acabó en gol.

Pero Keylor ya ha hecho borrón y cuenta nueva y ahora le espera una nueva temporada en la que el preparador de porteros, Luis Llopis, ya trabaja en tierras norteamericanas ejercicios de alta intensidad con el objetivo de mantener el nivel del final de la campaña pasada.

Keylor guarda un buen recuerdo de Llopis tras un paso por el Levante, donde le ayudó a convertirse en un gran portero e hizo que el club blanco se fijara en él.  La filosofía de Llopis es que el guardameta “sea un jugador más” y que forme parte del juego del equipo.  

En UCLA ya hemos podido ver ejercicios como: tres vallas especiales con una diana roja en las que sus jugadores deben chutar desde lejos. Maniquís hinchables (los Air Tom) que va moviendo haciendo un efecto parabrisas para que los guardametas no vean de dónde les viene el disparo y ha recurrido a uno de sus ejercicios favoritos: las series con pelotas de tenis para mejorar la capacidad de reacción y kettlebells (pesas con forma de campana) y los obliga a parar sentados en pelotas suizas