El fútbol moderno abarca muchas cosas. Engloba los fichajes millonarios, los sueldos estratosféricos, los precios desorbitados, la espectacularización que lo rodea, la pérdida de la esencia por el juego. Pero no todo está relacionado con el contexto de este deporte. También habla de una nueva era. Una era marcada por el ritmo lento. El estilo asociativo. El control a través de la pelota. Los pases. Las asistencias. Los centrocampistas. Y en el Real Madrid, han completado el puzzle de estos.

Porque la llegada de Dani Ceballos al conjunto blanco no hace más que reafirmar la absoluta adaptación de los merengues al actual fútbol moderno. El utrerano es un futbolista total. Y lo es porque le gusta hacerlo todo y hacerlo bien. Robar, distribuir, combinar o finalizar. No existe tarea en la que el mediocentro andaluz no sea capaz de rendir como uno de los mejores del mundo. Lo hizo con el Betis, durante el Europeo sub 21, y lo hará con el Real Madrid. Sin ninguna duda.

El abanico de Ceballos es tan amplio que muchos todavía se preguntan sobre cuál debería de ser su lugar dentro del terreno de juego. Por delante o por detrás de la pelota. De ocho o de seis. Dirigiendo ataques o finalizándolos con un último pase. Quizá este sea su mayor déficit. Aunque vaya déficit, claro está.

Ceballos durante el Europeo sub 21. Foto: UEFA
Ceballos durante el Europeo sub 21. Foto: UEFA

En La Castellana se encontrará con futbolistas ya contrastados y sabedores de qué, cómo y dónde en todo momento. A Luka Modric y sus conducciones. A Toni Kroos, el "gran director" del fútbol europeo. A Casemiro y su capacidad para disfrutar con el contacto. A Kovacic y su potencia. A Marcos Llorente y su despliegue sobre el césped. A Isco y su magia. Un overbooking que le cierra en primeras instancias la puerta de la titularidad (lo más probable), pero que le abre la puerta de seis espectaculares profesores con los que seguir su formación.

Pero seguro que Ceballos no llega a Madrid solo para eso. Él sabe de lo que es capaz y por eso ha elegido la opción más complicada. La opción que le prometía menos minutos. Todo para demostrar que está marcado a ser uno de los mejores centrocampistas del mundo. Y razones tiene, porque su juego se asemeja, a las mil maravillas, a aquellas generaciones de futbolistas que han gobernado sobre el viejo continente y sobre el mundo futbolístico en los últimos años. Xavi e Iniesta con España y Barcelona. Toni Kroos con Alemania y el Real Madrid. Luka Modric. 

Quién sabe si se le verá más o menos esta temporada, lo único que sí es cierto es que Dani Ceballos ha florecido en la época que más le conviene. La que más premia su forma de ver las cosas dentro de un terreno de juego. La que le hará ser conocido en cada estadio. Y solo tiene 20 años.

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