Hablar de Marcos Llorente es hacerlo de un futbolista que era un jugador con potencial en la cantera madridista y que despuntó el año pasado en su temporada de préstamo en el Deportivo Alavés, siendo el máximo recuperador de la Liga Santander con 302 balones.

Pero también, es hacerlo de alguien que es descendiente de varias de las familias que han hecho historia en el Real Madrid. Como es el caso del malogrado Ramón Grosso, o el actual presidente de honor del Real Madrid, Paco Gento. Ya palabras mayores. Y si continuamos el árbol genealógico, el madridismo sigue siendo el equipo de su familia tanto en el fútbol como en el baloncesto. José Luis Llorente o Paco Llorente, son algunos ejemplos.

Y a pesar de todo, el nombre de este jugador no ha sido unido en exceso a su familia. El joven mediocampista ha conseguido lo que ha conseguido por su trabajo y calidad. A veces, se confunde el hecho de ser "hijo de" o "familiar de" con el merecimiento o no de estar en una plantilla. Y el joven madrileño se lo ha trabajado y labrado a base de sacrificio y esfuerzo.

De hecho, el futbolista fue tan importante para el club vitoriano que el club notó su ausencia en los partidos que no pudo disputar, como es el caso de los dos enfrentamientos ante el Real Madrid, por una cláusula. Y ahora, ha vuelto al club de sus amores a disputar el puesto a otros que a base de trabajo se han labrado su trayectoria, como son el caso de Casemiro y Kovacic

Ahora Zinedine Zidane, vuelve a tener un quebradero más de cabeza para poder colocar un once. Y es que, si antes de la llegada del joven Llorente era complicado, ahora con su llegada se hace un poco más. 

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Sobre el autor
Mozart Ballesteros
Redactor de Real Madrid Vavel. Volviendo al día a día. @mozart1989