Para el inicio de esta nueva Champions League, Zinedine Zidane propuso un partido con mucho control en el medio del campo, con la presencia de Modric, Casemiro, Kovacic y el constante movimiento de Isco entre la zona medular y la delantera, actuando como un enlace constante entre estas dos líneas.
Bale como siempre, apoyando las acciones ofensivas desde las bandas y Cristiano era el destinatario de casi todos los balones, pero esto no significó que el portugués se anclase en el área rival, en realidad tuvo mucha movilidad, por banda izquierda, derecha y por el medio, cambiaba de posiciones constantemente con Gareth e Isco y también retrocedía en algunas ocasiones para recuperar el balón o ayudar a la presión a los adversarios, aunque fue el jugador que menos metros bajaba.
Como siempre, los laterales fueron incisivos, y fueron los que llegaron más al fondo del campo contrario, Carvajal y Marcelo por momentos parecían dos mediocampistas más. Modric también tuvo momentos en los que se adelantó varios metros y hasta logró pisar el área del APOEL en más de una ocasión y Kovacic bajaba a cubrir espacios con Casemiro. Mateo tuvo que retirarse en el primer tiempo, lo que obligó al ingreso de Kroos que, como siempre, su alta efectividad en pases fue clave para el control constante que tuvo el Madrid a lo largo del partido.
Dos de los tres goles vinieron de jugadas colaborativas, como en el caso del primer tanto en el minuto 11: Isco inició el ataque en la zona media del campo, quien avanzó casi hasta ¾ de cancha para darle el balón a Bale que estaba en banda izquierda y logró dar un centro raso al piso que Cristiano pudo definir con frialdad y enviar la pelota al palo más lejano que tenía el arquero rival.
En el tercer gol, Ramos recuperó un balón también en el medio de la cancha y se la pasó a Marcelo, pero el capitán nunca dejó de seguir la jugada. El lateral brasileño se perfiló a su banda natural izquierda y envió centro que Bale logró cabecear pero de manera algo defectuosa, ya que rebotó en un rival, pero este rebote lo cazó Sergio Ramos, que ya estaba en el área rival y definió con gran calidad con una chilena.
El segundo tanto llegó a través de un penalti, provocado por una mano en el área de uno de los defensores del APOEL tras un centro de Bale por la izquierda también. Este costado fue sin dudas el más productivo, pero si bien hubo un control en el partido del Madrid, ya que el rival no figuró mucho, no fue un encuentro de dominio total tampoco. Aun se perciben ciertas asperezas en el último cuarto de cancha, donde las transiciones a ataque se sienten algo lentas, pero que con la intensidad de juego de Cristiano, se vieron algo más tenues que en los partidos más recientes de liga.
Para destacar algunas individualidades están las 20 recuperaciones de Ramos, siendo el que más aportó en esta labor, además de su efectividad de pases, ya que solo falló en cinco ocasiones de 80. También Dani Ceballos dejó buenas impresiones en su debut de Champions, jugó 20 minutos y acertó en cada uno de sus 21 pases.
El Real Madrid demostró su poderío en el medio del campo, gracias a sus jugadores, pero aun depende de que algunos de sus delanteros recuperen su nivel o estado ideal para poder garantizar los goles, que en esta ocasión llegaron gracias al gran ausente en las primeras jornadas de liga, que han sido las que han causado preocupación en la afición.