Tras la lesión de Karim Benzema y la sanción de Cristiano Ronaldo, Gareth Bale será el hombre referente en el ataque del club merengue. El galés se reencontrará con su estadio favorito en el que siempre que juega logra al menos un gol y ha conseguido siempre tirar del carro cuando más lo necesitaba el equipo.
Es un momento delicado para el galés ya que está siendo cuestionado por gran parte de la afición debido a su bajo rendimiento y Anoeta es la cita perfecta para disipar todas las dudas que se puedan tener sobre su forma física. Los dos últimos empates ligueros ante Valencia y Levante dejan al equipo sin margen de error y obligan a sacar los tres puntos de San Sebastián rumbo a Madrid.
Si echamos la vista atrás, el mítico Santillana es el jugador que mejor números ha logrado contra la Real Sociedad en toda la historia blanca logrando 15 goles en 26 partidos, era su víctima favorita. Gareth Bale todavía está muy lejos de esos números y evidentemente su preocupación no debe ir a si logrará superarlos o no, pero si debe estar motivado y listo para golear como mejor sabe en un partido a vida o muerte en este inicio de temporada.
Tras una gran jornada de Champions para Gareth, el sábado tiene otro juicio que debe saldar con una gran actuación. Debe hacer olvidar que el resto de delanteros no estarán sobre el césped y debe ser el líder que tanto necesita el ataque de este equipo que sin Cristiano le cuesta muchísimo lograr goles. Gareth Bale sabe lo que es marcar en Anoeta de todas las formas posibles, de cabeza, con la izquierda, con la derecha... Y mañana es el día perfecto para repetir por quinto año consecutivo.
Santillana escribió una historia de amor perfecta con Anoeta y el club vasco a base de goles y actuaciones estelares, ahora le toca a Bale, le toca demostrar que es un verdadero líder cuando falta la gran estrella. Hemos de recordar que además a las bajas de Cristiano y Benzema se sumarán las de Marcelo por sanción y Kovacic por lesión en el encuentro de Champions lo que le apartará de los terrenos de juegos durante más de un mes de competición.