El crack portugués continúa con su mala racha goleadora, pues no marcó en sus únicos tres partidos que ha jugado en Liga hasta el momento. La sanción de la Supercopa española le salió muy cara, no pudo estar en las primeras cuatro jornadas. Su ausencia inicial, unida a la baja de Benzema y la escasez de efectividad del Real Madrid, son las causas de su nuevo récord negativo.
Cristiano Ronaldo ha superado sus 255 minutos que estuvo sin marcar en la campaña 2010/2011. Nunca antes se le había visto tan mermado en goles. Tampoco en falta de protagonismo, que se lo está ganando Isco, Ceballos o Asensio. Los jóvenes ya superan a los mayores.
Situación totalmente contraria a la de Champions League, donde sí está al nivel que acostumbra. Doblete frente al Borussia y APOEL. Cuatro tantos en dos duelos europeos, a domicilio y en casa. Al delantero le sienta bien Europa, no tanto el territorio nacional.
Una "persecución" contra el portugués
La ida del partido de Supercopa de España que disputó el Real Madrid contra el F.C. Barcelona en agosto de este año será recordada por Cristiano. Y no solo por su buena actuación futbolística. El '7' blanco marcó un auténtico golazo para colocar el 1-2 en el marcador del Camp Nou ante el eterno rival. Un misil teledirigido hacia la red, de nada sirvió la estirada de Ter Stegen.
La foto de un Ronaldo sin camiseta, enseñando sus abdominales al público y con su particular grito desentonaba con una acción posterior que le costó la cartulina roja. Piqué observaba abatido de rodillas en el césped cómo el portugués adelantaba a los merengues. Los de Zidane estaban jugando un gran fútbol, al equipo catalán se le esperaba pero nunca apareció.
Pero sin duda la jugada del trepidante duelo llegó con un balón al espacio para la carrera de Cristiano. Se plantaba solo frente al guardameta alemán pero el defensa culé Umtiti se interpuso justo a tiempo para lanzarse a ras de suelo. Tropezando -no tirándose "a la piscina" o recibiendo un penalti-, Ronaldo cae al césped y el colegiado considera que debe ver su segunda amonestación por simular la pena máxima.
Quizás si llega a saber lo que ocurriría, 'el bicho' no se hubiese desprendido de su elástica para festejar el golazo anterior. Ya nada podía hacer, aunque todavía empeoró el tema tras empujar levemente al árbitro De Burgos Bengoetxea en señal de protesta. Esa acción le acabaría costando cinco partidos de sanción.
El recurso presentado por su club no prosperó y el Comité de Apelación de la RFEF ratificó lo que ya se sabía. El crack madridista se acabó perdiendo la vuelta de Supercopa (por la tarjeta roja) y las primeras cuatro jornadas de Liga (por el empujón). Eso sí, explotó tras conocerse su castigo: "Imposible quedar inmune a esta situación, ¡¡cinco partidos!! ¡Me parece exagerado y ridículo. Esto se llama persecución!"
Reapareció ante el APOEL y con doblete
El 13 de septiembre volvió a pisar el césped del Santiago Bernabéu en su competición favorita. Su último tanto fue ante el Juventus en la final de la pasada edición, donde el equipo madridista levantó la duodécima. Cristiano tenía ganas, ansias de jugar y recuperar la sonrisa. Lo hizo a base de goles, como le gusta al de Madeira.
Primera jornada en Europa, ida en casa ante el APOEL de Nicosia. A los doce minutos se estrenó y después del descanso repitió con un tanto de penalti. Buena manera de iniciar el rumbo particular hacia la nueva conquista europea.
Y si empezó con esos dos tantos, repetiría faena en un estadio maldito para el Real Madrid. Otras dos dianas suyas sirvieron para enterrar los fantasmas de Dortmund. En su línea y sin defraudar a sus seguidores, el delantero confirmaba su vuelta al césped definitiva. Al menos en Champions. En Liga fue otra historia.
La pesadilla bética en su regreso
Jornada 5. El Real Betis visitaba el Santiago Bernabéu para intentar repetir la hazaña de los dos anteriores equipos. Levante y Valencia repitieron éxito con un punto que les supo a gloria. Sin embargo, los andaluces querían herir más el orgullo del conjunto blanco. Lo lograron venciendo por 0-1 en el último minuto del encuentro.
Para la estrella de Portugal fue una noche deprimente. Entre Adán, los postes y los disparos desviados acabó desquiciado. Era su vuelta en la competición doméstica pero el equipo le contagió la falta de efectividad anotadora.
Muy extraño en 'el bicho', pero a veces la suerte no está de su parte. Además, fue una durísima derrota en casa, pues no terminaban de arrancar en su propio campo. Otro suceso inédito en Chamartín.
Ceballos e Isco lideran dos victorias claves
Hubo un tiempo en el que Cristiano Ronaldo era el estandarte del club, por sus goles y actuaciones memorables. De eso no hace tanto, pero ya esta temporada la situación está cambiando.
Los años pasan para todos, otros comienzan a abrirse paso entre el esfuerzo, el trabajo y la incansable lucha. Al igual que otros grandes futbolistas como lo fue Di Stefano en su momento, llegará un día y se verá un Real Madrid sin Ronaldo. Es la ley del fútbol.
El infortunio acompañó al portugués también hasta Vitoria, donde fue Dani Ceballos quien se erigió como principal actor. El utrerano se encargó de apagar el pequeño incendio provocado tras la debacle ante el Betis. Dos buenos tantos del joven centrocampista dieron un triunfo sufrido frente al Alavés.
El '7' blanco apenas gozó de cuatro chuts que se marcharon desviados. Nada más. Así también se le vió en la siguiente jornada, contra el Espanyol y en casa.
Mismos síntomas, mismo número de intentos para anotar. Sin éxito. Esta vez fue Isco quien sacó sus artes goleadoras -que también las tiene- para dar la primera victoria de esta Liga en el Bernabéu.
La sociedad con Benzema
Cristiano está sufriendo la posición del '9'. Ahí no rinde como en la banda. Cierto es que debe ir acomodándose porque como delantero puro trabaja menos defensivamente y su edad le impedirá seguir al máximo nivel por su zona natural. La ausencia de su socio en el campo, Karim Benzema, le está repercutiendo.
El francés genera mucho fútbol a su lado, pero sustituyendo él al galo, no es lo mismo. Son futbolistas muy distintos, se aportan el uno al otro. Seguro que en cuanto vuelvan a juntarse ambos en el césped, su situación de crisis goleadora cambia radicalmente.