El Real Madrid de Zinedine Zidane ha iniciado la temporada 2017/2018 con el peor registro como local de los últimos diecinueve años, fue en 1998 cuando el equipo blanco que venía de ganar la séptima Copa de Europa, firmó un inicio de temporada en el Santiago Bernabéu tan desfavorable como el de esta temporada, entonces los de Hiddink tenían un balance de tres victorias, dos empates y dos derrotas en cinco partidos de Liga y dos de Champions.

El actual Real Madrid lleva tres victorias (la vuelta de la Supercopa de España frente al Barcelona, contra el Apoel en Champions y ante el Espanyol en Liga), tres empates, (Valencia y Levante en Liga, y el del martes frente al Tottenham en Champions), y una derrota (contra el Betis en la quinta jornada de Liga), en un total de siete partidos disputados en el feudo blanco, lo peor de todo es que salvo la victoria frente al Barcelona en la Supercopa de España, el resto de victorias tampoco han sido convincentes y el equipo no ha demostrado esa superioridad que se esperaba a simple vista sobre el papel, ya que ambas fueron por 2-0 y con momentos del juego en los que había bastante duda en el estadio sobre cómo estaba rindiendo el equipo.

Zidane en el banquillo durante el partido frente al Espanyol | Daniel Nieto (VAVEL)
Zidane en el banquillo durante el partido frente al Espanyol | Daniel Nieto (VAVEL)

Peor registro goleador de la década

Otro hecho destacable sobre el inicio de temporada del Real Madrid es la dificultad que está teniendo el equipo para hacer goles, tanto fuera como en casa, aun así llama más la atención los partidos disputados en el Bernabéu en donde solo se han conseguido marcar once goles en siete encuentros, uno de los peores registros de las ultimas veinte temporadas donde el equipo siempre suele rondar los veinte goles como local a estas alturas, solo en dos temporadas hay resultados similares, en la 2004-2005, donde se marcó el mismo número de goles (11), con aquel inicio de temporada convulso, con cambio de entrenador incluido, cuando García Remón sustituyó a Camacho tras la dimisión de este, por no verse capaz de lidiar con las estrellas del entonces “Madrid de los galácticos”  y en la temporada 2006-2007 con Capello como entrenador en aquella ya mítica “Liga de las remontadas”, donde el Real Madrid se acabó proclamando campeón de Liga.