Gareth Bale lleva de baja casi un mes y se desconoce cuándo estará disponible para jugar. El parte médico del club indica que tiene un edema en el sóleo, lesión que le tiene alejado de los terrenos de juego, la última vez que se le vio en él fue el 26 de Septiembre frente al Borussia Dortmund, encuentro que terminó con unos calambres según afirmaba su entrenador Zinedine Zidane, nada les hacía presagiar lo que vendría después.

La realidad es que se marchó del Signal Iduna Park cojeando y se dispararon todas las alarmas, pero el entrenador francés llamaba a la calma y alejaba toda preocupación acerca del jugador. Jugó frente al RCD Espanyol y fue el parón definitivo para Bale, ya que se cayó de la convocatoria de la selección galesa. Los galeses afirmaron que Gareth ya iba lesionado y los madridistas se vieron en la obligación de emitir un comunicado con el parte médico del jugador ocho días después. En el parte médico citado anteriormente se hablaba de edema sin rotura por lo que no se estimaba un plazo largo de baja que de momento continúa.

El presidente del Real Madrid Florentino Pérez afirmaba días atrás que Gareth Bale llegó al club blanco igual que el jugador brasileño Kaká, siendo una gran estrella y que las lesiones han ido mermando su juego y su carrera con el conjunto madridista. Sus palabras fueron: Vino el primer año como un fenómeno. Pero se fue a un Mundial, le infiltraron y volvió con una rodilla destrozada. Bale desde entonces no volvió a ser el mismo"

El pasado curso el jugador galés estuvo KO media temporada a causa de una intervención a la que se sometió en el tobillo, desde que llegó al Real Madrid se ha perdido un total de 67 encuentros debido a sus lesiones. La preocupación se empieza a sembrar en el entorno blanco y Zidane afirmó que no cree que esté listo para jugar en Wembley.