Isco ya es Cristiano, y Cristiano ya es Isco. Dos de los jugadores más importantes en las filas madridistas ya saben entenderse perfectamente hasta el punto de parecer sólo uno. Mucho se ha discutido la falta de gol del portugués en la temporada anterior y su colaboración en el juego, pero lo cierto es que Cristiano siempre vuelve y si es de la mano del malagueño ya pueden ver que el éxito está asegurado.

Las dudas sobre una posible salida de Isco del Real Madrid la pasada temporada se disiparon completamente cuando Zinedine Zidane le otorgó las oportunidades necesarias, y supo aprovecharlas de maravilla en detrimento de Gareth Bale por una de las tantas lesiones que ha sufrido el Galés durante su etapa en Madrid, aunque si por algo se caracteriza el técnico francés es por no dejar a nadie a remolque y por saber recuperar a los jugadores que en determinado momento necesitan un apoyo extra.

Durante el presente año, la implacable conexión Isco-Cristiano se ha convertido en algo impredecible para sus contrincantes en el campo de juego y sus números lo avalan: Hasta cinco goles anotados asistiendo el portugués y marcando el malagueño y viceversa. De esos cinco goles, dos fueron a cuenta del de Arroyo de la Miel: Frente al RCD Espanyol, (marcando los dos goles del encuentro, uno a pase de Cristiano y el segundo por cortesía de Marco Asensio); y el otro ante el Alavés en la jornada 29 de la temporada pasada.

Los tres tantos restantes fueron anotados por el crack de Madeira encargándose el malagueño de la tarea de cómplice, dos de ellos tuvieron lugar a finales de la temporada pasada contra el Celta y contra el Málaga, y el último teniendo lugar la pasada jornada ante el Getafe suponiendo el tanto de la victoria gracias en gran parte a un pase magistral de Isco, que hizo a los de Zizou llevarse los tres puntos en un Coliseum Alfonso Pérez en el que siempre cuesta llevarse la victoria.

Sin ninguna duda, es una de las duplas con mayor química en el conjunto blanco, que ya le han dado muchos resultados importantes y que sobre todo muestra una proyección de cara al futuro que seguro seguirá trayendo grandes resultados, todo gracias en gran parte a la fe de la afición y del equipo técnico depositada en ellos, por eso Isco ya es Cristiano... y viceversa.