El Real Madrid ganó al Eibar por tres goles a cero. Un gol tempranero en propia puerta, un remate de Asensio para hacer el segundo, y una jugada maestra de Benzema y Marcelo le dieron los tres puntos al Madrid de Zidane. El conjunto blanco necesitaba una victoria en su campo tras la mala racha cosechada en el inicio del campeonato. El partido no fue de lo más entretenido, si bien, con la entrada de Benzema y Marcelo cambiaron las tornas. Pero por encima de todo hay que destacar el partido de Isco. El malagueño es indiscutible en este equipo, es él quien mueve el juego de los blancos y ahora es el jugador indiscutible, incluso más importante que Cristiano, quien aún está buscando su mejor versión.
Isco, la prolongación de Zidane en el campo
Zidane ha encontrado al cerebro del Madrid en Isco. Ante el Eibar fue capaz de mover el balón y repartir juego al equipo. Isco aporta mucho al Madrid, es capaz de conectar con el resto de compañeros, y eso, sumado al buen momento de forma, hacen que las actuaciones del andaluz sean claves. Isco tiene verticalidad, pero sabe bien cuando tener ese pase horizontal para hacer que el equipo tenga la pausa necesaria para iniciar una jugada.
El primer gol vino de un pase de Asensio, que está en estado de gracia. Entre Ramos y Oliveira hicieron que el balón aéreo entrase en la portería de Dimitrović. El Madrid se adelantó con un gol en propia, aunque antes una oportunidad de Isco, mano a mano contra el portero, podría haber puesto el primer gol blanco en el marcador.
Entre Isco y Asensio nació el fútbol del Real Madrid. Precisamente fue el segundo gol del conjunto local que nació de la nueva pareja de moda en el Madrid. Isco centró y Asensio, internado en el área como un medíapunta más, remató de una forma imparable para el portero del Eibar.
Los cambios, claves para el espectáculo
En la segunda mitad, Zidane hizo los cambios que requirió el encuentro. La salida de Benzema le aportó otro color al equipo. El francés tiene acostumbrados a los madridistas a actuaciones de "10" y no de "9". Los movimientos que hace Karim son decisivos en la mayoría de las jugadas de la escuadra blanca. Benzema abrió para Théo y éste se la devolvió al ex del Lyon. Es entonces cuando un pase al hueco de Karim abrió la oportunidad de gol de Marcelo, que con un recorte al defensa pudo definir al palo izquierdo del portero. Fue una jugada aislada del partido, pero el público del Bernabéu sabe cuando reconocer el buen fútbol. Y, en este caso, valió la pena.
En resumidas cuentas, fue un partido poco entretenido, pero con la sensación de que Isco es la nueva estrella del Bernabéu con la ayuda de Asensio; y que Karim Benzema es necesario en este esquema de juego Del Real Madrid. Con esta victoria, ya son veinte puntos los que ha conseguido el Madrid. Se encuentra por detrás del Valencia a un punto; y mantiene una distancia de cinco puntos con líder, el Barcelona.