El jugador madridista Isco Alarcón tiene la bonita costumbre de dar exhibiciones de magia en cada encuentro que disputa, pero en Montilivi la magia rozó el milagro.El malagueño fue el autor del tanto del orgullo, porque a pesar de que fue el conjunto blanco el que se adelantó en el marcador en el minuto 12 con una obra maestra del jugador de Arroyo de la Miel, el Girona consiguió darle la vuelta al marcador, aunque bien es cierto que el segundo gol que dio la victoria a los catalanes fue claramente ilegal.

No hay excusas, fue una derrota merecida. Isco jugó solo todo el partido, él puso su magia, pero no fue suficiente.

Daba una profunda tristeza ver al malagueño mirar atrás y ver que no le seguía nadie. El conjunto blanco no estaba en el partido y la realidad es que el malagueño fue el único que dió la cara dentro del campo y fuera haciendo autocrítica, siendo que él fue el único que demostró los valores de un jugador del Real Madrid dentro del terreno de juego. El jugador blanco terminó el encuentro cabizbajo y dando la cara por su equipo, el jugador confía en sus compañeros para revertir la situación , pero a pesar de ello estaba muy molesto porque se les habían escapado tres puntos en un encuentro que él si mereció ganar.

La explosión de calidad y clase llega en el momento que más le necesita su equipo.En las jornadas anteriores,Isco ha regalado momentos imborrables en las retinas de todo amante de este bello deporte. El malagueño goza de su mejor momento a nivel profesional y eso se debe a su duro esfuerzo y trabajo.

El malagueño ha sabido tener paciencia y es el momento de recoger los frutos de todo lo que ha sembrado. El mundo entero se rinde a los pies de un jugador de garantías digno de un balón de oro.