El Real Madrid recibe mañana en el Santiago Bernabéu al Málaga, un partido muy especial para Francisco Alarcón, Isco. El jugador de Arroyo de la Miel se enfrenta al equipo de su tierra donde despuntó como futbolista y al que le vio crecer de la mano de Manuel Pellegrini, por aquel entonces entrenador del equipo boquerón.

La visita del Málaga llega en uno de los mejores momentos de Isco. El andaluz se ha convertido en pieza indiscutible para Zidane esta temporada con sus fantásticas jugadas individuales y sus magistrales asistencias. Tras un final de temporada donde se hizo un hueco en el once, Isco ha arrancado esta nueva etapa de forma pletórica, convirtiéndose en el futbolista más desequilibrante del Real Madrid.

Pieza clave en el Málaga

Isco aterrizó en el conjunto blanco en el verano de 2013 tras el pago de 30 millones de euros al equipo de la Costa del Sol. El futbolista había despertado el interés de grandes clubes europeos como el Manchester City, pero finalmente se decantó por el Real Madrid.

Durante su etapa en el Málaga, el andaluz se convirtió con tan sólo 20 años en el líder del equipo, llevando a los andaluces hasta los cuartos de final de la Champions League en la temporada 2012-2013, un hito histórico. En aquel equipo se encontraban futbolistas de la talla de Baptista, Toulalan o Saviola, pero el cerebro de aquel Málaga era Isco.

De hecho, en aquella misma temporada fue galardonado con el premio Golden Boy por delante de Courtois o El Sharawy y alzó con España el Europeo Sub 21 celebrado en Israel, consiguiendo la bota de bronce del torneo.

En resumen, un encuentro muy importante para el Real Madrid ya que podría recortar puntos respecto al FC Barcelona, que rinde visita al Valencia en Mestalla. Sin ninguna duda, un partido muy emotivo y peculiar para Isco.