Se adelantó el invierno antes de tiempo en la capital de España. Noche fría y lluviosa, pero ambiente cálido para llevar en volandas al Real Madrid hacia la siguiente fase de la Copa del Rey. Los de Chamartín recibían hoy al Fuenlabrada en casa para disputar la vuelta de dieciseisavos de la Copa del Rey. Los blancos llegaban confiados, con la eliminatoria encarrilada tras el buen resultado cosechado en la ida en el estadio Fernando Torres por dos goles a cero. Aun así, los fuenlabreños no iban a tirar la toalla ante un imponente rival.

Zidane decidió apostar por el talento más joven para afrontar este partido. El técnico francés salía con un 4-3-3: en la portería reaparecía Keylor Navas, tras su lesión en el aductor que le mantuvo alejado dos semanas de los terrenos de juegos. En la defensa, era el turno de Achraf y Theo por las bandas y Nacho y Tejero en el centro.  El medio campo lo ocupaban Dani Ceballos, Marcos Llorente y Kovacic, que volvía después de su lesión. Arriba en línea de tres: Óscar, el canterano se estrenaba esta noche con el Real Madrid, Franchu y Borja Mayoral, en la punta de ataque.

Primera parte de infarto

El Fuenlabrada entró enchufado en el partido y no tardó en apretar en busca del primer gol. En los primeros minutos de partido, Hugo Fraile originó la primera ocasión, pero la pelota terminó yéndose por encima del larguero y la segunda, la tuvo Matheus, pero Navas la detiene. Los blancos no encontraban su sitio en el campo y los de Antonio Calderón aprovechaban cada error de los de ‘Zizou’ para crear peligro en la portería contraria.

Conforme pasaban los minutos, los azulones bajaron la intensidad y esperaban en su campo a poder recuperar el esférico controlado por el Madrid, que intentaba combinar, pero sin resultado. Cuando el Fuenlabrada parecía dormido, despertó y puso el primero en el marcador. Disparo de Luis Milla con potencia que toca en el guardameta madridista, da en el larguero y entra. Los aficionados visitantes comenzaban a ilusionarse y a corear el “sí se puede”. Los blancos habían recibido un palo e intentaban resolver la situación.

Varias ocasiones llegando al final de la primera mitad por parte del Real Madrid que no cesaba de toparse con un muro, llamado Pol, en la portería del Fuenlabrada. El conjunto de Concha Espina salió confiado al encuentro y se encontraron con un gran rival. Se iban al descanso con un 0-1 en el marcador y el Fuenla a tan solo un gol para empatar la eliminatoria.

Bale vuelve por todo lo alto

Comenzaba la segunda parte y se oían los primeros pitos en el Bernabéu. El Madrid encerró a los de Calderón en su área. Esto parecía pintar mejor, pero poco duró. Un paradón de Keylor Navas tras un disparo de Matheus y un tiro del Cata que acaba impactando en el palo, volvía a meter el miedo en el cuerpo a todo aficionado madridista.

En el minuto 62, se producía la ansiada vuelta de Gareth Bale que entraba en el campo por Franchu. El galés fue recibido con una tremenda ovación por parte del coliseo blanco. Y qué mejor que volver a los terrenos de juego que ofreciendo la asistencia del primer gol para el Real Madrid, tuvo que pensar Bale. Pues así fue, el galés en la primera jugada en la que participó efectuó un magnífico pase para Borja Mayoral, que anotó de cabeza.

Los de Zinedine Zidane estaban en su salsa y llegó el segundo gol de los merengues. Disparo de Gareth que saca Pol y el rechace lo coge el de Parla que no perdona y la manda al fondo de la red. Noche mágica y soñada para el ‘dorsal 11’ del Madrid en su regreso.

El Fuenlabrada que había hecho un buen partido marcó su segundo gol, obra de Portilla, pero la clasificación para la siguiente fase ya tenía dueño.