El Real Madrid visitará Bilbao el próximo dos de diciembre para afrontar su décimotercer encuentro de Liga. Los de Zidane, que no conocen la derrota desde la vuelta del parón, aún no han dado con la tecla adecuada y las lastimosas actuaciones se están convirtiendo en una preocupante rutina. La última intervención ante el Fuenlabrada en Copa del Rey (2-2) se erigió como probablemente el peor encuentro del equipo en lo que va de campaña, llegando a ver peligrar su acceso a octavos de final tras más de media hora por debajo en el marcador y sin mostrar apenas capacidad de respuesta al buen hacer del líder del grupo I de Segunda División B.

Con tres días de descanso de por medio, el equipo blanco fija el nuevo San Mamés como destino. Un estadio que ha albergado en sus cuatro años de vida los mismos Athletic Club - Real Madrid con variopintos resultados. El primero, recordado por el rifirrafe entre Iturraspe y Cristiano Ronaldo que terminó con amarilla para el vizcaíno y roja para el luso, dejó el electrónico con un gol para cada equipo (Jesé 65', Ibai Gómez 73'). 13 meses más tarde serían los vascos quienes se impondrían por la mínima gracias a un solitario tanto de Aritz Aduriz.

Tras las tablas y el triunfo del Athletic, tanto el Real Madrid de Benítez como el de Zidane lograría llevarse los tres puntos del feudo bilbaíno con idéntico resultado (1-2). Dos victorias consecutivas que tendrán la posibilidad de albergar una nueva compañera o por el contrario ser cortadas de raíz poniendo fin a esta brevísima racha. Ni locales ni visitantes pasan por su mejor momento, aunque la diferencia en la tabla es ostentosa con más del doble de puntos por parte del Madrid y doce posiciones de por medio. Está por ver si la desigualdad se reduce o aumenta tras la quinta edición en el nuevo San Mamés de un partido histórico en nuestra liga.