El delantero francés, a diferencia de los años anteriores, ha hecho un 2017 con bajas notas. Él, fue esencial en la temporada 2015/16 como el jugador que normalmente abría la lata de goles en casi todos los partidos y, en la siguiente campaña, su rendimiento comenzó a decaer paulatinamente.

Cada vez menos goles 

Enfocándose en los números, en 2017 solo ha anotado nueve goles en Liga, tres en Champions League, uno en Copa del Rey, y uno en Supercopa de España, lo que da un total de 14 goles en todo el año. Cifra que contrasta con 2016 y 2015 en los que anotó en 23 oportunidades en cada año.

Para un delantero centro en el Real Madrid, 14 goles en un año calendario no es un número de orgullo y es normal que dentro de la afición despierte confusión, inseguridad o malestar. Es cierto que, a lo largo de su carrera, Benzema se ha destacado no solo por ser un buen delantero en general, si no por ser un jugador altamente colaborativo, móvil e inteligente.

La defensa del mister

Estas son cualidades por las que Zinedine Zidane lo ha defendido desde el primer día y en cuanto ha recibido críticas sobre su desempeño o su rendimiento, el francés ha sido tajante: “No sé si la gente piensa que el '9' aquí siempre tiene que meter 50 o 60 goles, Karim no lo va a hacer, pero va a meter 25 o 30 y va a pasar 30 o 40 goles. Eso a mí me molesta, que se hable mal de mis jugadores, yo quiero siempre aclarar, para mí es el mejor, pero con diferencia”.

Pero la verdad es que la estrella que ha llegado ser Karim Benzema en muchísimas oportunidades desde su llegada al Real Madrid en 2009, se ha ido apagando. El jugador siempre ha tenido altibajos, pero a lo largo de las temporadas se ha destacado más por sus momentos buenos y de alto rendimiento, que por los bajos los cuales que vienen siendo los más usuales.

Los destellos de una estrella opaca

La estrella ya no brilla constantemente, sino que muestra pequeños destellos de brillantez de vez en cuando, como en aquella jugada en la semifinal de la Champions League ante el Atlético de Madrid, en la que se pudo deshacer con lujos de dos de los defensores más recios de España, sino de Europa, para asistir a Isco en el gol que garantizó el pase a la final de Cardiff donde ganaron la Duodécima.

No obstante, aparte de situaciones como esa, le ha faltado resaltar en partidos importantes, en las fases definitivas de Champions o Copa del Rey. Tampoco marca ante los rivales clásicos como Barcelona ni Atlético de Madrid, o en encuentros que pueden ayudar a definir una liga, recortar o ampliar distancias.

Es difícil explicar, por ejemplo, lo sucedido ante el Valencia en la jornada 2 de la actual Liga, en la que el francés tuvo múltiples chances claras gol, las cuales desperdició todas. Algo imperdonable para el jugador que está mayormente encargado de marcar los goles del equipo junto con Cristiano Ronaldo.

El francés lleva tan solo dos goles en la presente Liga, dos en Champions League y uno en la Supercopa de Europa. En los últimos meses su ausencia en los marcadores se ve más resaltada de lo normal, ya que en la presente temporada no puede refugiarse detrás de los números de Cristiano, que tampoco está en su mejor momento, ni tampoco en su suplente que solía ser Álvaro Morata.

En un año en el que el Benzema ha podido levantar una Liga, una Champions League, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España y un Mundial de Clubes, Karim no puede sentir esos títulos 100% como propios, ya que no fue protagonista en la consecución de ninguno de ellos, a pesar de ser el delantero centro titular, paro la ausencia de gol y preponderancia en el juego del Madrid han hecho que se vea cada vez más opaca su presentación en el campo.

Lo único que puede esperar el francés es en encontrar nuevamente el ritmo y la forma de su juego y reencontrarse con el ansiado gol que ha sido tan esquivo no solo para el sino para el equipo en general en la segunda mitad del año. Deberá buscar la manera de volver a brillar como la estrella que ya en algún momento fue y ha demostrado ser capaz de ser.