Zinedine Zidane atendió a los medios el día previo al clásico con una rueda de prensa en la que trató diferentes temas acerca del partido pero sin desvelar nada de la estrategia que seguirán los blancos. El francés no ha explicado quien jugará de inicio y subrayó en diferentes ocasiones la necesidad del equipo de disputar el partido sin pensar en la tabla de clasificación ni en los puntos que separan a unos y a otros.

El Real Madrid afrontará poco menos que una final contra el actual líder de la Liga. A pesar de ello, Zidane mantiene su tranquilidad característica y no ha cambiado ni un ápice del discurso habitual: "Las sensaciones son buenas, estamos preparados. Será el partido más difícil de la temporada, estos encuentros son muy bonitos y difíciles, pero es lo que nos mola. Los jugadores juegan para este tipo de partidos", apuntó. Aún consciente de la importancia evidente, Zizou no considera el clásico como algo definitivo, y apela a que pase lo que pase, el equipo seguirá trabajando: "Mañana son tres puntos más, sabemos de la importancia del partido pero no va a cambiar nada. No estamos ansiosos, queremos hacer un buen partido sin ver los puntos de diferencia".

En un encuentro del calibre del que se presenta, el jugar en casa se antoja clave para poder inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Así lo ha mostrado Zidane: "Sabemos que nuestra afición es un plus, es el momento de pedir que estén con nosotros desde el principio hasta el final y que tengan paciencia, porque no vamos a ganar el partido en los primeros diez o quince minutos". En cuanto a la situación del eterno rival, Zinedine ha mostrado respeto admitiendo que "es un mérito y es por algo" el hecho de que lideren la tabla, pero avisa: "Lo que queremos con el partido de mañana es recortar distancia y hacer un buen partido. Si jugamos bien podemos hacer daño a cualquier equipo".

 

 

 

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Sobre el autor
Gorka Grande Carral
Estudiante de periodismo, focalizado a la rama deportiva. Intentando ver el deporte desde una perspectiva personal.