Marcos Llorente. Cara y cruz para el canterano. La temporada 2016/17 ha sido increíble para el de Las Rozas. Como todo buen amante del fútbol sabe, los frutos se recogen a mitad de año. En liga terminó noveno. Puesto más que digno para un club que apenas lleva dos años en primera división. El colofón fue la Copa del Rey, dónde Marcos alcanzó la final y se enfrentó al Barcelona. A pesar de perder, la afición se mostró feliz. Un equipo con muchas limitaciones dio la sorpresa de la mano de un veinteañero sin experiencia en primera división.

Sin embargo, este éxito tan repentino contrasta con el mal momento que está sufriendo en el Real Madrid. El entrenador no confía en él y ya se habla de una posible cesión en enero. Una pena.

​Fuente: PhotoSilver (VAVEL)
​Fuente: PhotoSilver (VAVEL)

Comienza el año, ilusión renovada

Comenzaba el año para Marcos Llorente y tenía entre ceja y ceja un objetivo: convencer a Zidane. Tenía seis meses por delante para hacer ver al francés que estaba capacitado para ser jugador del Real Madrid.

Su facilidad para la salida de balón, su sentido táctico, las recuperaciones y su capacidad para asociarse en espacios cerrados fueron factores clave para ganarse la confianza de Pellegrino.

En el club blanco sabían de lo que era capaz. Es y era una de las joyas de la cantera. Lo mimaban. Florentino lo veía como el recambio ideal para Casemiro. En ese momento el Real Madrid no tenía ningún otro jugador de ese perfil aparte del brasileño.

En el Alavés se hizo indiscutible y la afición tenía la ilusión de alcanzar sueños europeos. El sueño acabó siendo otro...

Números de crack

Tanta fue la influencia que tuvo en el equipo de Vitoria que acabó jugando los 38 partidos del campeonato repartidos en 3.300 minutos. Un escándalo. Curioso dato si lo comparas con los minutos que disputaron los jugadores del Real Madrid. Ninguno le supera.

En este periodo acabó metiendo tres goles. Cifra digna para un centrocampista de corte defensivo. No obstante, dónde se determina si un jugador de sus características ha rendido a un nivel alto es en las recuperaciones y el porcentaje de pases acertados. Pues ahí Llorente dio un auténtico recital. Fue el tercer máximo recuperador de la liga con 155 balones robados y tuvo un porcentaje de acierto en el pase por encima del 90%. Tenía 22 añitos. Sencillamente brillante.

Tan espectacular fue su temporada que acabó siendo incluido en el equipo revelación de la Liga para la UEFA. Premio más que merecido para el líder del Alavés.

Mayo: Su Alavés y él tocan el cielo

Mayo fue un mes que quedará en el recuerdo de muchos de los aficionados del conjunto de Pellegrino. Un grupo de jugadores jóvenes y de un nivel limitado se plantaban en la final de la Copa del Rey que disputarían el día 27 ante el Barcelona. Casi nada.

La final fue igualada hasta el segundo gol del Barça. El equipo de Vitoria aguataba las embestidas de la MSN como podía hasta que Messi sacó la varita y derrumbó el muro blanquiazul. La derrota fue por tres goles a uno. La buena actuación de Marcos no fue suficiente.

Aunque no se consiguió el título, la plantilla fue recibida entre vítores. Habían logrado una proeza teniendo en cuenta que varios clubes se encontraban por encima de ellos tanto en calidad como económicamente.

Europeo Sub 21: La miel en los labios

Con la temporada finalizada y la moral alta por completar su mejor temporada como profesional, Llorente era convocado con la selección sub 21 para disputar el Europeo

Fue titular a lo largo del torneo y completó actuaciones notables hasta alcanzar la final. Enfrente se encontraba la siempre todopoderosa Alemania. Esta disputó la competición con bajas importantes. A pesar de ello, fueron campeones y derrotaron a España por 1-0. 

Fueron capaces de secar a una selección que estaba casada con el gol. le quitaron el cartel de favorito de un plumazo. Duro palo para el canterano madridista. Dos finales perdidas. No es agradable, y más si sabes que con el Alavés es difícil alcanzar otra final y que con la selección eras favorito y te han pintado la cara.

Fuente: Mikaela Maurelle (VAVEL)
Fuente: Mikaela Maurelle (VAVEL)

Vuelve a casa

A pesar de la decepción, regresó al Real Madrid, el club de sus sueños. Su gran temporada maravilló tanto al cuerpo técnico como a la directiva.

Jugó mucho durante la pretemporada. Parecía que con las famosas rotaciones de Zidane iba a tener muchos minutos. Casemiro, aunque parezca lo contrario, no es un pulmón andante. Necesita descanso y Llorente ofrecía una serie de cualidades muy valiosas para desempeñar la función de centrocampista defensivo en el Real Madrid.

Decepción y su posible vuelta al Alavés

La realidad a lo largo de estos meses ha sido bien distinta. Lo que parecía un refuerzo de lujo ha pasado a ser un olvidado para Zidane. Apenas ha disputado nueve partidos. En partidos importantes dónde Casemiro no podía jugar, no ha sido ni la primera, ni la segunda solución.

El club y la afición ya no le ven tan maduro. Se le achaca que el balón en largo no lo dominé con tanta soltura. Prefiere incluso dar el pase largo por raso. Extraña solución que conlleva muchísimos riesgos. También se encuentra en el punto de mira por dar pases demasiado obvios, hacia atrás, en lugar de ser vertical y buscar a los delanteros o centrocampistas de mayor creación. Cierto es que poco ha podido demostrar con tan pocos minutos.

Sea como sea, el jugador se plantea volver al Alavés. El club le quiere de vuelta y ya se lo ha comunicado. Sin embargo, Zidane no quiere que salga. Lo considera importante y le pide paciencia. Le dice que los minutos llegarán, pero como cualquier jugador joven, necesita jugar y no quiere quedarse estancado. Enero marcará su futuro.

Títulos y más títulos

No todo han sido disgustos desde su regreso. Ha conquistado tres títulos: la Supercopa de Europa y de España y el Mundialito de Clubes. Irónico si se tiene en cuenta que cuanto más juega menos gana y cuánto menos juega más gana. Datos curiosos.

No ha tenido tanta participación en estos torneos. Tal ha sido que incluso no ha llegado ha disputar ni un minuto en alguno de estos torneos, pero al fin y al cabo, son títulos. Siempre alegra a un jugador aumentar su palmarés, o en este caso, estrenarlo.

No hay duda alguna. Año de pena y gloria para Marcos Llorente. Solo él sabe como será su futuro y solo Zidane sabe si será exitoso.