El CD Numancia llegaba al Santiago Bernabéu con ilusión. El 0-3 en la ida no parecía pesar a las decenas de aficionados que se trasladaron desde Soria a la capital para apoyar a los suyos en uno de esos partidos que la Copa del Rey acostumbra a regalar a los equipos de otras categorías. El Real Madrid, por su parte, no contó con toda su hinchada al completo, ya que el coliseo blanco no se llenó. Sin embargo, se podía sentir el aliento de las dos aficiones presentes aquella noche del miércoles.

No obstante, no nunca llueve a gusto de todos. Fueron los desplazados del Numancia los que se marcharon contentos de su visita a Concha Espina. Los goles de Lucas Vázquez y Guillermo, ambos por partida doble, hicieron que el partido de vuelta de la eliminatoria de los octavos del torneo del K.O acabase con un empate a dos en el marcador, que sentó a la afición madridista como un jarro de agua fría. 

Un gol tempranero y una sorpresa

Tras el ya habitual himno de la Décima, comenzó a rodar el cuero en el coliseo blanco y los hombres de Arrasate se mostraron valientes, aunque era un Real Madrid plagado de suplentes el que parecía llevar la batuta del partido.

Sin embargo, el Numancia fue el primero de avisar, merced de un disparo de Nieto que no llegó a buen puerto por la labor de Vallejo. El conjunto soriano se fue poco a poco soltando, pero entonces llegó Asensio, que mandó el cuero al lateral de la red. El siguiente no fue ni mucho menos una advertencia, ya que Lucas Vázquez, cuando solo habían acontecido once minutos del partido, hizo el primer gol del partido con la testa, aprovechando un buen centro de Carvajal. Tras la primera diana, la tropa de Zidane se desató y Mayoral probó fortuna. El siguiente fue de nuevo Asensio, pero otra vez su disparo no llegó a buen puerto. Si no era la puntería, era el fuera de juego el que se topaba en el camino madridista.

Lucas Vázquez adelantó a los blancos en el marcador El Numancia volvió a crear peligro gracias al incansable Dani Nieto. Mateu, por su parte, regaló a los presentes en el Bernabéu un bonito caño que fue reconocido por todos los aficionados, independiente de sus colores. No obstante, la desgracia llegó al conjunto visitante, ya que Arrasate tuvo que realizar un cambio obligado debido a una lesión. Así, Higinio se marchó del verde y entró en su lugar Guillermo Fernández. Fue precisamente el recién incorporado delantero bilbaíno el que puso en el electrónico el gol del empate. Una buena contra dirigida por Dani Nieto y Mateu propiciaron que el balón llegase a los pies de Guillermo y este no perdonó. Con el 1-1 en el marcador, llegó el tiempo de descanso.

Un Real Madrid tranquilo y un gran Numancia 

Para los últimos 45 minutos, Zidane movió ficha e incluyó a Achraf por Carvajal. El conjunto madrileño volvió a la carga con un balón que cerca estuvo de atrapar Asensio. Como respuesta, Larrea probó fortuna con un chute que se marchó al cielo de Madrid.

De nuevo, como si de una represalia se tratara, Munir tuvo que detener un derechazo de Ceballos. El Real Madrid se estaba tomando el partido sin prisa, pero sin pausa. Era un buen momento para que los menos habituales se pudieran lucir ante la afición del Bernabéu. Así, Ceballos obró un bonito regate que Nacho acabó mandando demasiado alto. Como el que avisa no es traidor, llegó el segundo tanto con sello blanco. De nuevo, fue Lucas el encargado de batir a Munir.

El Numancia nunca tiró la toalla Con la entrada de Isco, el equipo de Concha Espina comenzó a jugar en terreno del Numancia y el propio Isco tuvo una buena ocasión que el cancerbero del Numancia tuvo que detener. Sin embargo, el equipo soriano tiró de garra y corazón, y tuvo una gran ocasión por medio de Guillermo que hizo que Casilla se tuviera que lucir para evitar el empate. Los hombres de Arrasate querían más y tuvieron otra gran oportunidad que, para su desgracia,  tampoco no llegó a buen puerto.

Tanta insistencia del conjunto visitante dio sus frutos con el segundo tanto del partido. De nuevo, fue Guillermo el encargado de hacer el gol del Numancia. El que fuera jugador del Athletic aprovechó un centro de Saúl para rematar con la cabeza dentro de las redes de Casilla. Tras el gol llegó la polémica, ya que el Numancia reclamó una pena máxima sobre Nieto, pero el colegiado no lo creyó así y continuó el partido. Con un Numancia pelón y un Real Madrid que sabía que a pesar del empate estaba en cuartos, finalizó el partido, no sin antes la expulsión de Calvo, que vio la segunda amarilla y se marchó expulsado.

Con las tablas en el marcador, el Numancia se marchó contento de su visita al Bernabéu, haciendo historia, pero los de Zidane, por su parte, siguen dando disgustos a la afición del Bernabéu.