Se busca juego y fútbol productivo en el Real Madrid. Otro partido muy encaminado al empate a cero, con solamente tres disparos a portería. Kiko Casilla salvó con una gran estirada el que podía haber sido otro calamitoso fracaso blanco. Sin embargo, algo tiene esta Copa de Su Majestad que sonríe al equipo madridista cuando sigue sin mostrar su reconocible versión. Así, lejos de casa, los resultados son favorables. Apareció el otro 'bicho': Marco Asensio.

Garitano vs Zidane: 1-0

El Leganés tenía muy claro desde el pitido inicial cuál iba a ser su juego, algo que en el conjunto visitante estaba por verse. Los pepineros salieron muy ordenados en su teórico 4-2-3-1, pero con ese dibujo modificado hasta límites de acumularse nueve futbolistas atrás. Garitano apostó por la contención, con salidas al contragolpe lideradas por la velocidad de Naranjo, El Zhar y por supuesto, el delantero Beauvue. Le salió casi al dedillo. 

Mientras unos tenían su papel grabado a fuego en la mente, otros estaban confusos. Son los síntomas de un equipo -el Real Madrid- que no muestra señales de mejora por ningún lado, aunque su entrenador se empeñe en repetir que "van a cambiar las cosas". Una vez más, se equivocó con la posición de un Dani Ceballos que no está preparado para jugar tan arriba él solo. Le faltó compañía de otro mago.

Ese talento que Kovacic tampoco es. El croata se encuentra lejos de su nivel, mermado antes por las lesiones y ahora por la falta de continuidad. Igual les pasa a Theo o Llorente. En general, Zidane pensó en una alineación de sus jugadores no preparada para derruir muros como el de Butarque. La solución llegó con la entrada de Isco en el minuto 73. Entre líneas. Esa era la clave, el malagueño se mueve ahí como Bale por Gales y de sus botas brotó el gol del triunfo. 

El Madrid más inofensivo de la historia

Cuando un titular lo dice todo, poco se puede añadir más. Con un Borja Mayoral desasistido arriba, que apenas gozó de ocasiones de peligro, el problema es mucho más gordo que la necesidad de otro '9'. Durante casi la totalidad del partido, solamente Lucas Vázquez estuvo atacando constantemente: encaraba, se marchaba, recibía faltas sin cesar, por aquí, por allí. Uno de los más destacados del gris partido, aunque sea por su insistencia y actitud irreprochable.

La buena colocación del Lega complicó tanto la salida de balón desde atrás que Marco Asensio y Ceballos tuvieron que bajar sucesivamente para ofrecerse, tocar o en definitiva, crear fútbol. Así, muy difícil aportar en el aspecto ofensivo. Por bandas tampoco los laterales pudieron colaborar más, de nuevo, el mérito era del rival. 

Eso sí, los pepineros no se anduvieron con tonterías: si el balón pasaba, el jugador no. Lucas recibió el que más y de todos los colores. Con todas esas circunstancias de partido, ni juego vistoso ni profundidad arriba. La pelota corría de un lado a otro, mientras los locales esperaban una contra. 

Llegó con Beauveu. Volea precisa que Casilla pudo desviar a córner con una rápida reacción. Antes, remate desafortunado de Llorente hacia el larguero de su propia portería. Menos mal, pensarían los madridistas. Nada sale, pocas son las soluciones y de momento, un Real Madrid tan inofensivo como una mosca sigue en la desesperación. También en Copa del Rey.